Los votantes del estado de Iowa dieron el pistoletazo de salida al proceso de primarias en EEUU; una carrera de fondo que hará una escala en julio para los demócratas y en agosto para los republicanos, con sus respectivas convenciones, para culminar con las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Estos son los protagonistas de la pugna para disputar a Donald Trump la Presidencia del país:

Pete Buttigieg

Alcalde de South Bend (Indiana), exmilitar, joven -es el benjamín de los candidatos con sus 38 años- y posible primer presidente gay. Así se muestra este devoto cristiano que forma parte del ala moderada del partido.

Buttigieg esgrime su falta de experiencia en la política de Washington como un soplo de aire fresco y no como una debilidad. Aún así, este teniente retirado de la Marina ha demostrado tener problemas para atraer el voto de las comunidades latina y afroamericana.

No obstante, Buttigieg, junto con Bernie Sanders, lideran el resultado parcial de los caucus (primarias) en Iowa, con el 71% de las circunscripciones escrutadas, según los datos publicados este martes por el Partido Demócrata de ese estado, en medio de la polémica por el retraso en la difusión del recuento. Con los datos del 62% de los distritos electorales disponibles, Buttigieg se erige vencedor con el 26,99% de los delegados, seguido de cerca por Sanders, con el 25,1%.

Bernie Sanders

De las supuestas afirmaciones machistas a la también precandidata demócrata Elizabeth Warren a la insistencia en saludar de mala gana a otro aspirante, Tom Steyer, Sanders no ha estado exento de polémica en esta campaña.

Sin embargo, parece que este año tiene más cerca que en 2016, cuando fue derrotado por la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, acabar siendo el nominado demócrata para los comicios presidenciales de noviembre.

En su contra juegan su imagen de arisco y unas políticas quizá muy a la izquierda para el estadounidense medio, como la creación de un sistema sanitario público de pagador único.

Joe Biden

'Sleepy Joe' ('Joe el dormilón'), como le llama despectivamente Trump, llegaba a los 'caucus' como el líder en intención de voto. Sin embargo, con el 62% escrutado, figura en cuarto lugar.

El que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) ha hecho gala de su imagen de moderado para reforzar la idea de que es el único progresista capaz de recuperar el electorado perdido en los comicios de 2016.

Biden ha sido foco de ataques de Trump, que en julio supuestamente pidió a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que lo investigara junto a su hijo Hunter por presunta corrupción en Ucrania; un hecho por el que el presidente enfrenta actualmente a un juicio político en el Senado.

Elizabeth Warren

La senadora por Massachusetts se ha vendido como la candidata que tiene un plan para todo. Ha luchado toda la campaña por desmarcarse de Sanders -con el que comparte muchas políticas-, hasta el punto de acusarle de haberle asegurado en privado que una mujer no podía ser presidenta de EEUU.

Las perspectivas de Warren son muy diferentes a las que tenía en octubre, cuando incluso llegó a colocarse primera en los sondeos gracias a sus políticas progresistas, como la cancelación completa del 75% de las deudas de los estudiantes universitarios y su fuerte apoyo a los sindicatos.

Michael Bloomberg

A día de hoy es difícil que exista un estadounidense que no haya visto un anuncio de Michael Bloomberg en la televisión, el ordenador o la pantalla de su móvil.

El exalcalde de Nueva York (2001-2013) y multimillonario se presentó en noviembre a las primarias demócratas como la persona que acude a una fiesta en la que nadie le espera ni quiere. A pesar de haberse incorporado tarde a la carrera, este filántropo ya ha batido el récord de gasto en una campaña, con más de 250 millones de dólares.

Bloomberg, que no participa en las primarias de Iowa y New Hampshire, se presenta como un candidato moderado poseedor de una "condición única" por su "experiencia en los negocios, gobierno y filantropía", que le permitirán "ganar y liderar". De momento, ha ascendido meteóricamente en las encuestas nacionales, en las que ya es el cuarto clasificado.

El resto

Un gran número de demócratas llegaron vivos a la votación del lunes, aunque parte de ellos están ya medio moribundos: algunos, como el empresario Andrew Yang, que recoge un 4,3% de la intención de voto a nivel nacional, y la senadora Amy Klobuchar (4,1%) esperan conseguir en Iowa el impulso necesario para una remontada. Mientras, el multimillonario Tom Steyer (1,9%), la congresista Tulsi Gabbard (1,4%), el senador Michael Bennet (0,5%) y Deval Patrick (0,3%) parecen estar en viviendo las postrimerías de sus campañas.

Los republicanos

Los tres únicos candidatos que se enfrentarán al presidente en las primarias republicanas, Rocky De La Fuente, Joe Walsh y Bill Weld, parecen haberse embarcado en un pugna cuyo ganador se conoce desde el principio: Donald Trump.

Tan muerta nació la carrera por ser el próximo nominado republicano en los comicios de noviembre que el partido ni siquiera ha convocado un debate e incluso se ha cancelado la votación en seis estados.