El Senado estatal de Vermont, en el noreste de EE UU, aprobó ayer una resolución para presionar al Congreso a que emprenda un juicio político contra el presidente del país, George W. Bush, y el vicepresidente, Dick Cheney, por la guerra en Irak. El Senado de ese Estado de EE UU aprobó la medida de presión, por 16 votos a favor y nueve en contra, después de varias semanas de activismo político en todo Vermont.

La medida tiene más valor simbólico que real ya que sólo urge a los legisladores que representan al estado ante el Congreso a que inicien los procedimientos para un juicio político contra Bush y Cheney. Alrededor de 40 localidades de Vermont han apoyado resoluciones no vinculantes a favor de ese juicio con el argumento de que el Gobierno violó la Constitución por la guerra en Irak, la tortura de detenidos y el espionaje de estadounidenses sin el debido permiso judicial.

Mientras, en Bagdad el ejército de EE UU está construyendo un muro de separación de cinco kilómetros alrededor de un barrio suní del norte de la ciudad, para proteger a sus habitantes de los ataques, según un comunicado militar estadounidense. La nota explica que el muro, que separará el barrio suní de Azamiya del resto de la ciudad, dispondrá de puertas de entrada y de puntos de acceso específicos para vehículos que estarán controlados por el ejército iraquí. El muro tendrá una altura de 4 metros y es «una de las piezas centrales de la nueva estrategia de la coalición entre los ejércitos de Irak y Estados Unidos».