En un comunicado difundido por la hermana mayor de Cho, Sun Kyung, la familia del estudiante surcoreano afirma que se siente "desesperada, vulnerable y perdida".

Hasta ahora, los Cho, que se encuentran en paradero desconocido protegidos por la Policía, no habían hecho declaraciones sobre su familiar, que el pasado lunes asesinó a cuatro profesores y 28 alumnos en una de las peores matanzas de la historia de Estados Unidos, antes de suicidarse.

La familia aseguró que "siente muchísimo las abominables acciones de mi hermano. Es una tragedia terrible para todos".

Los Cho, que antes de la tragedia residían en una vivienda adosada de Centreville, una ciudad dormitorio en el norte de Virginia, y regentaban una lavandería, afirman que están "viviendo una pesadilla".

Acerca de su hermano, Sun Kyung afirmó que "es alguien con quien me crié y a quien quería. Ahora me siento como si no le conociese".

"Siempre hemos sido una familia muy unida, pacífica y cariñosa.

Mi hermano era tranquilo y reservado, y sin embargo intentaba integrarse. Nunca hubiéramos pensado que fuera capaz de tanta violencia", dijo la familia de Cho en el comunicado.

"Cada una de esas personas tenía mucho amor, talento y dones que ofrecer, y sus vidas se han visto segadas por un acto horrible y sinsentido", señalan.

"En nombre de nuestra familia, pedimos profundamente perdón por la destrucción que mi hermano ha causado. No hay palabras para expresar nuestra tristeza porque 32 personas inocentes perdieran sus vidas esta semana en una tragedia tan terrible y sin sentido.

Tenemos el corazón destrozado", dice el texto.

Los Cho cooperan con la Policía para "ayudar a las autoridades a entender por qué se produjeron estos acontecimientos sin sentido.

Nosotros también tenemos muchas preguntas sin respuesta", declaran.

El comunicado se ha dado a conocer en el mismo día en que el estado de Virginia ha vivido una jornada oficial de luto, que incluyó un minuto de silencio a mediodía, en recuerdo de las víctimas de la matanza.