C ho Seung-Hui, declarado «enfermo mental» por un tribunal en 2005, eludió los controles para la compra de armas de fuego que pudieron haber impedido la matanza de 32 personas en la Universidad Politécnica de Virginia. Los investigadores locales, estatales y federales asignados al caso pasan por el tamiz todas las pistas para determinar los motivos del múltiple crimen - en el que Cho se quitó la vida - , pero afrontan un sinfín de complejas preguntas. Entre esos interrogantes figura el de si Cho estaba o no en las listas de personas que no podían comprar armas y si las autoridades federales fueron alertadas sobre sus problemas mentales. Para llevar a cabo la matanza, Cho compró sin inconvenientes un arma en una tienda de Virginia y otra a través de internet. Los datos divulgados hasta ahora por las autoridades no esclarecen el porqué de la matanza, pero dejan claro que Cho, un surcoreano de 23 años, eludió los controles establecidos por EE UU para evitar que las armas de fuego caigan en manos criminales. El FBI explicó el jueves el funcionamiento del Sistema Nacional Instantáneo para la Revisión de Antecedentes Criminales (NICS);, creado por una ley federal de 1993 en aras de la seguridad nacional. En la actualidad, sólo 22 estados del país, entre ellos Virginia, entregan datos al NICS en las dos categorías para personas con problemas mentales.