El presidente de EEUU, Donald Trump, recurrió este viernes al ataque como estrategia de defensa al acusar de ineficacia a la exembajadora en Ucrania, quien se reconoció "intimidada", en plena comparecencia de la diplomática ante el Congreso en la investigación para abrir un juicio político contra el mandatario.

La segunda jornada de audiencias públicas, retransmitida íntegramente por televisión, tuvo como protagonista a la exembajadora en Kiev Marie Yovanovitch.

Yovanovitch, quien estuvo al frente de la embajada en Ucrania entre 2016 y mayo pasado, ofreció en su testimonio una contundente denuncia del "deterioro" de la diplomacia estadounidense bajo la Administración Trump.

"Nuestra política en Ucrania se ha convertido en un caos, y oscuros intereses en el mundo han aprendido lo poco que hace falta para eliminar a un embajador estadounidenses que no ofrece lo que quieren", indicó Yovanovitch.

Subrayó, en concreto, "el fracaso de los líderes en el Departamento de Estado para responder a medida que intereses extranjeros y corruptos aparentemente secuestraron la política en Ucrania".

Afirmó, además, que se sintió "atónita y devastada" cuando supo de la conversación de Trump y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, del 25 de julio, en la que el mandatario estadounidense se refirió a ella como "malas noticias".

Aunque la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, había señalado al principio de la jornada que Trump no seguiría la retransmisión de la audiencia en el Congreso, el mandatario escribió varios mensajes en su cuenta de Twitter durante la comparecencia que prueban que mantuvo la televisión encendida.

"Allá donde Marie Yovanovitch fue todo se volvió mal. Comenzó en Somalia, ¿cómo fue? Después rápidamente a Ucrania, donde el nuevo presidente ucraniano habló de manera desfavorable de ella", dijo.

Trump reivindicó que le corresponde a él, como mandatario, designar a los embajadores de Estados Unidos, ante la acusación de que exigió la salida de la embajadora del cargo.

En un momento inaudito, el presidente del Comité de Inteligencia, el demócrata Adam Schiff, avisó en directo a la diplomática de los mensajes del mandatario y le preguntó cuál era su opinión al respecto.

"Creo que el efecto es intimidar", replicó Yovanovitch.

Los demócratas alertaron rápidamente de que los mensajes de Trump equivalían, en palabras de Schiff, a "intimidación a un testigo en tiempo real".

Poco después, la propia portavoz de la Casa Blanca, Grisham, enviaba un comunicado en el que rechazaba la acusación de intimidación, y aseguraba que se trataba simplemente de la opinión del presidente.

"Esto no es un juicio, esto es un proceso político partidista, o por describirlo con más exactitud, una farsa totalmente ilegítima montada contra el presidente", sostuvo Grisham.

En un acto en la Casa Blanca sobre sanidad, minutos después, Trump reiteró sus críticas al proceso: "Tengo derecho a hablar. Es una desgracia y una vergüenza para nuestro país".

La prensa estadounidense reveló en octubre que Trump ordenó la retirada de Yovanovitch la pasada primavera tras meses de quejas de colaboradores suyos externos al Gobierno, como su abogado personal, Rudy Giuliani.

Yovanovitch comparece tras la audiencia del miércoles, en la que Bill Taylor, el embajador interino de EEUU en Ucrania, y George Kent, un subsecretario de Estado adjunto responsable de la política hacia el país europeo, testificaron ante la atenta mirada de la opinión pública.

Taylor aseguró que Trump priorizó sus intereses políticos en la relación con el Gobierno de Ucrania, y que al mandatario le importaba mucho más la posibilidad de que ese país investigara al exvicepresidente y actual aspirante a la candidatura presidencial demócrata para 2020, Joe Biden, que la política exterior estadounidense en ese país.

Yovanovitch, por su parte, señaló que no tiene conocimiento de primera mano acerca las conversaciones entre Trump y Zelenski, y reconoció que el mandatario "tiene todo el derecho a retirar a un embajador", pero se preguntó "por qué es necesario manchar" su "reputación".

Varios testigos en la pesquisa de la Cámara Baja para someter a un juicio político a Trump han asegurado que la Casa Blanca condicionó la entrega de 400 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania a que ese país se comprometiera a investigar a Biden.

Ucrania ha estrechado su relación con EEUU desde 2014, cuando Moscú se anexionó la península de Crimea; y, de hecho, desde 2014 el Congreso estadounidense ha autorizado 1.600 millones de dólares en asistencia militar a Ucrania.

Se trata de la primera semana de comparecencias sobre la posible apertura de un juicio político a un presidente de EEUU en dos décadas, desde que Bill Clinton (1993-2001) tuviera que responder sobre su relación con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky, un proceso del que salió absuelto.