La violencia marcó este lunes una intensa jornada de huelga convocada por el movimiento de protesta hongkonés, con incidentes como el de un policía que empleó munición real contra un joven o el de un hombre que se enfrentó a un manifestante, quien le prendió fuego; ambos se encuentran en estado grave, en tanto que la primera ministra Carrie Lam avisó de que no cederá a las demandas.

Los dos incidentes más graves se produjeron por la mañana: antes de las 08.00 hora local (00.00 GMT) se publicó un vídeo en el que se ve a un policía de tráfico derribando a un hombre vestido de negro -color identificativo de las protestas- de un disparo y efectuando otros dos al ver que otro se le acercaba en la zona de Sai Wan Ho, donde un grupo de manifestantes bloqueaba la circulación.

Asimismo, pasado el mediodía, se publicó otro vídeo en el que se ve a un hombre en un puente peatonal discutiendo con jóvenes a los que afea que las protestas interrumpieran los servicios del transporte público; tras la discusión, una persona le rocía con un líquido inflamable y le prende fuego.

Entrada la tarde, la jefa del Gobierno local, Carrie Lam, compareció en una improvisada rueda de prensa para condenar los incidentes, recalcando que "la violencia no va a solucionar nada" ni hará que el Gobierno satisfaga las "llamadas demandas políticas" de los manifestantes.

"La violencia no resuelve problemas y sólo lleva a más violencia. Si alguien tiene todavía la ilusión de que una violencia intensificada va a generar presión al Gobierno de manera que vaya a satisfacer las llamadas demandas políticas, digo aquí y ahora claramente que eso no sucederá", zanjó Lam.

La Autoridad Hospitalaria de la ciudad confirmó a Efe que ambos heridos, de 21 y 57 años, respectivamente, permanecen en "estado crítico": el joven fue operado de urgencia con lesiones en hígado y riñón, y le fue extraída la bala; mientras que el otro hombre fue trasladado a un hospital con quemaduras de segundo grado en el 28 por ciento de su cuerpo, especialmente en pecho y brazos.

Desde que comenzó el movimiento de protesta -hace más de cinco meses-, esta es la tercera ocasión en la que se registra algún herido en las manifestaciones debido al uso de munición real por la Policía, institución que asegura que sus agentes solo emplean armas de fuego cuando su vida está en peligro.

Según el gobierno de Hong Kong, el balance de la jornada es de más de 60 heridos y 266 detenidos, asi como el cierre de estaciones de metro y la cancelación de las clases en algunas universidades.

Ante la creciente tensión en la ciudad, la Policía negó categóricamente algunos rumores que circulan en internet, que aseguran que los jefes de la institución habrían permitido a los agentes utilizar sus armas durante las operaciones de hoy: "Son totalmente falsos y malintencionados".

El Gobierno también desmintió que vaya a utilizar las leyes de emergencia de la ciudad para suspender las jornadas laborales, las clases -algunas universidades ya anunciaron que mañana cerrarán sus puertas- y la Bolsa, tal y como se afirmaba en las redes.