El Gobierno español ha lamentado que el proceso electoral anunciado en Bolivia por el presidente, Evo Morales, se haya visto "distorsionado" por la "intervención" de las Fuerzas Armadas y de la Policía y ha pedido que se garantice la seguridad tanto del mandatario, ya dimitido, como de otros miembros de su Gobierno, con la vista puesta en resolver el actual "vacío" de poder.

El desencadenante último de la crisis política ha sido la publicación de un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que ponía en duda la transparencia de las últimas elecciones presidenciales. El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación en funciones, Josep Borrell, ha resaltado en declaraciones a los periodistas que España "avala" estas conclusiones, que "ponen en evidencia que se han producido fallos en el sistema que hacen que esas elecciones no puedan ser validadas".

"No es una cuestión menor", ha dicho Borrell, quien ha apuntado que el documento "manifiestamente desmuestra que (los fallos en el proceso) no han sido simples irregularidades de tipo administrativo".

Borrell ha considerado "positivo" que, tras la publicación de dicho informe, Morales "anunciase su voluntad de repetir elecciones" y la renovación del Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero ha lamentado que la intervención posterior de estamentos de seguridad "hayan provocado una situación que hoy es de vacío de poder".

"España condena que el proceso abierto ayer hacia una nueva convocatoria electoral se haya visto distorsionado por la intervención de las Fuerzas Armadas y de la Policía sugiriendo a Evo Morales que presentara su renuncia", ha abundado el propio Ministerio, en un comunicado en el que ha afirmado que este tipo de gestos "retrotrae a momentos ya pasados de la historia latinoamericana".

Exteriores ha llamado a todas las partes a "trabajar por vías institucionales y pacíficas para hacer posible la convocatoria de elecciones a la mayor brevedad".

Según el Ministerio, esta nueva convocatoria, "supervisada por nuevas autoridades electorales en línea con las recomendaciones preliminares de la auditoría de la OEA", debería servir "para restaurar la confianza en el proceso electoral como cauce de expresión democrática de la voluntad popular".

Borrel confía en que "se restauren los marcos constitucionales" y "se convoquen de nuevo elecciones", para lo cual ha pedido expresamente que "se garantice la seguridad de todos los bolivianos, también del presidente Morales y de los miembros de su Gobierno".