No ha sido solo el conocido como 'bebé sin rostro'. Artur Carvalho, obstetra que ejercía en Portugal pese a tener hasta cinco procesos disciplinarios abiertos, cuenta con un historial que va revelándose poco a poco y que incluye nacimientos de niñas con dos vaginas y las piernas invertidas.

Los horrores del currículum de este médico salen ahora a la luz debido a la conmoción generada en la opinión pública por el caso del 'bebé sin rostro', Rodrigo, que nació el pasado día 7 sin ojos, nariz y parte del cráneo y que permanece ingresado en un hospital de Setúbal, a unos 50 kilómetros de Lisboa.

La Fiscalía portuguesa ha abierto una investigación tras la denuncia presentada por la madre de Rodrigo, quien ha emprendido una batalla legal ante la pasividad de las autoridades sanitarias.

Pese a tener una lista de casos a sus espaldas, la primera acción para apartarle de sus funciones no ha llegado hasta este miércoles, cuando el consejo disciplinario del Colegio de Médicos decidió suspenderle preventivamente durante seis meses después de evaluar cinco procesos que tenía pendientes.

Horas antes, fue el propio médico el que se comprometió a dejar de hacer ecografías hasta que se evaluasen esos procesos.

El escándalo ha animado a otros padres afectados por Carvalho a hablar.

Se ha conocido así el caso de Luana, de 8 años, que nació sin barbilla y con las piernas invertidas -podría ser el primer error médico registrado del obstetra- y de Diana, que vino al mundo en 2016 con dos rectos y dos vaginas.

"Tenía todo como si fuesen dos niñas. Tenía dos rectos y dos vaginas que funcionaban", dice la madre de Diana al periódico sensacionalista 'Correio da Manhã', al que explica que la pequeña es prácticamente autónoma, pero necesita cuidados diarios.

La madre de Diana se hizo dos ecografías con Carvalho y hasta cinco realizó la madre de Luana, a quien el médico aseguró que la niña venía "perfecta y saludable"; sin embargo, además de las piernas invertidas y sin barbilla, el bebé tenía los dedos de los pies "pegados" y graves lesiones cerebrales.

Tres días después del nacimiento, llevaron a la madre a ver a la niña a la incubadora, que estaba ligeramente tapada. Antes de descubrirla, pidieron a los padres de los demás niños que abandonaran la sala.

"¿Estás preparada?", cuenta que le preguntó el padre de la pequeña. Al verla finalmente, asegura que la conmoción fue enorme: "No quería creer que era mi hija".

Estos son los relatos que desde hace días se descubren en Portugal, donde la indignación fue inmediata tras la difusión del caso de Rodrigo, el cual destapó que el obstetra tenía hasta cinco procesos disciplinarios abiertos.

Lo ha confirmado el Colegio de Médicos de Portugal, muy cuestionado estos días por su falta de respuesta ante las cinco denuncias contra Carvalho presentadas desde 2013.

Algunos medios portugueses sostienen que ha tenido abiertos hasta diez procesos, pero cuatro han sido archivados, entre ellos el de Luana, denunciado en 2011.

Los expertos no se explican los errores en la detección de este tipo de malformaciones, tan obvias que "obligatoriamente" deben ser advertidas en las ecografías, declaró a Efe el presidente de la Sociedad Portuguesa de Obstetricia y Medicina Materno-Fetal, Luís Mendes Graça.

"Es una malformación tan obvia que cualquier clínico que esté formado en ecografía obstétrica no lo puede dejar pasar", aseguró, y consideró que en este caso hay una clara falta de formación.

Solo tras la conmoción generada por la situación de Rodrigo, el Colegio de Médicos ha decidido crear una competencia específica para ecografía en el embarazo, que certificará a los profesionales que demuestren un currículo suficiente en este campo.

El presidente del Colegio de Médicos, Miguel Guimarães, que también se sumó a las críticas por la lentitud en evaluar los procesos pendientes, tomó la iniciativa e incluso llamó este martes personalmente al obstetra "ante la alarma social".