El primer ministro británico, Boris Johnson, y el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, han enfrentado sus posturas sobre el Brexit durante los discursos de apertura de la sesión parlamentaria de este sábado para decidir sobre el acuerdo para la salida del Reino Unido de la UE alcanzado esta semana entre Londres y Bruselas.

En su comparecencia, Johnson ha reiterado que el acuerdo ofrece "grandes perspectivas" de cara al futuro y que ni el pueblo británico ni los líderes de los 27 "tienen ganas de volver a enfrentarse a un posible retraso" más allá de la fecha límite del 31 de octubre.

Johnson ha defendido que lo pactado con Bruselas no afectará a los derechos de los trabajadores -- "aquí nadie quiere bajar los estándares de vida de nadie", ha aseverado --.

El siguiente turno de palabra ha ido para Corbyn, quien ha reiterado que este acuerdo sí pone en peligro a los derechos de los empleados y ha asegurado que "el voto de hoy no ofrece certeza alguna a una población que no tendrá la última palabra".

"Por favor, que nadie entregue a este Gobierno un cheque en blanco sobre los derechos de los trabajadores. Un voto por el Brexit es un voto a favor de los recortes, y pone los puestos de trabajo de miles de personas en peligro", ha remarcado.

"Este acuerdo es todavía peor que el alcanzado por (la predecesora de Boris Johnson) Theresa May, y la gente se va a dar cuenta. A ellos no les van a engañar", ha concluido Corbyn antes de dar paso al resto de portavoces de grupos parlamentarios.