El máximo tribunal de apelaciones de Escocia ha sentenciado este miércoles que la suspensión parlamentaria solicitada por el Gobierno de Boris Johnson, que comenzó el martes de madrugada y durará hasta el 14 de octubre, es "ilegal", aunque la decisión final queda en manos del Tribunal Supremo.

La sentencia tumba otra de una instancia inferior que la semana pasada dictaminó que Johnson no había incumplido la ley y es contraria también a la opinión del Tribunal Superior de Londres, que también falló el viernes pasado a favor del Gobierno.

La decisión de la corte escocesa, sin embargo, no implica la reanudación de la actividad parlamentaria, que queda a expensas de lo que pueda decidir el Supremo en una serie de vistas que comenzarán el martes, según la cadena BBC.

La oposición ha condenado en bloque el cierre del Parlamento por el momento elegido, a mes y medio de la fecha marcada para que Reino Unido abandone la UE. Por este motivo, se aprobó en pocos días una ley que insta a Johnson a solicitar una prórroga del Brexit para evitar que haya un divorcio sin acuerdo el 31 de octubre.