Atacantes no identificados mataron a dos trabajadores humanitarios etíopes de la ONG Acción Contra el Hambre en la región de Gambella, fronteriza con Sudán del Sur y ubicada en el oeste de Etiopía, según informó la propia organización.

En un comunicado, la ONG confirmó que el suceso ocurrió este jueves, mientras miembros de su equipo regresaban de un centro de nutrición infantil ubicado en el campamento de refugiados de Nguenyyiel. "(Los trabajadores humanitarios) fueron emboscados por individuos armados. Dos empleados fueron asesinados en el lugar de los hechos", dice el comunicado, en el que Acción Contra el Hambre añade que se han suspendido todas las operaciones en Gambella.

Fuentes de la onegé confirmaron a Efe que los dos fallecidos eran trabajadores locales, de nacionalidad etíope.

Por su parte, Naciones Unidas condenó el ataque al subrayar que supone una violación del derecho internacional humanitario, y se mostraron confiadas en que se investigarán los hechos. "Estoy seguro de que las autoridades etíopes arrestarán y procesarán a los responsables del ataque", afirmó en un comunicado el coordinador humanitario y residente de la ONU en Etiopía, Steven Were Omamo.

Labor humanitaria

El campamento de Nguenyyiel alberga unos 74.000 refugiados de Sudán del Sur, según datos de la Agencia de Refugiados de la ONU (Acnur), parte de los 1,8 millones de personas que, desde que estallara una guerra civil en diciembre de 2013, han huido a países vecinos.

El presidente sursudanés, Salva Kiir, afirmó este jueves que el próximo noviembre se formará el Gobierno de unidad nacional estipulado por el acuerdo de paz que rubricó con la oposición armada hace un año y que estaba previsto que se estableciera el pasado mes de mayo.

El pacto de 2018 ha conseguido, de cierto modo, detener la violencia en el país, donde estalló un conflicto de tintes étnicos a finales de 2013 entre las fuerzas de Kiir y los seguidores de Salva Machar, que era en aquel entonces su vicepresidente, pero no ha logrado que los afectados puedan regresar a sus casas.