La decisión del primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, de cerrar el Parlamento durante cinco semanas estrecha la ventana de oportunidad para que los diputados intenten frenar un "brexit aunque no bloquea por completo sus opciones.

Antes del 31 de octubre, la fecha fijada para que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE), los diputados contarán aún con cerca de quince sesiones para intentar hacer descarrilar los planes del Gobierno -al menos una semana de actividad en septiembre y más de dos en octubre-.

La oposición, que espera colaborar con algunos conservadores críticos con Johnson, tiene todavía dos opciones sobre la mesa: presentar una moción de censura contra el primer ministro o bien intentar tramitar una ley que impida una salida sin acuerdo. La suspensión de las cámaras constriñe sobre todo la segunda vía.

La decisión del jefe de Gobierno no apagará la batalla parlamentaria y política que se espera en los próximos dos meses, aunque ha provocado una profunda crisis en el Reino Unido, un país sin una Constitución escrita en el que la interpretación de las leyes más fundamentales suele generar controversia.

¿Se puede evitar todavía un Brexit duro?

Moción de censura:

La Cámara de los Comunes retomará la actividad tras el verano el 3 de septiembre. El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, puede entonces presentar una moción de censura contra Johnson.

Para que prospere, sería necesario el voto de algunos diputados conservadores rebeldes contra su propio primer ministro.

Aunque en los últimos días habían aumentado las dudas de que algunos "tories" llegaran a derribar a Johnson para facilitar un Ejecutivo laborista, la controvertida decisión de hoy ha incrementado las opciones de que eso ocurra.

El conservador Dominic Grieve, contrario a un "brexit" duro, ha sugerido que él podría situarse entre los diputados rebeldes.

Si la moción de censura prosperara, se abriría un nuevo abanico de posibilidades, entre ellas un Gobierno liderado por Corbyn, un Ejecutivo de unidad entre partidos de la oposición o bien la convocatoria de unas elecciones generales.

Legislación contra el "brexit":

La otra opción con la que cuentan los diputados es forzar la tramitación de una ley que obligue al Gobierno a pedir a Bruselas una extensión del "brexit" más allá del 31 de octubre o bien que bloquee directamente la posibilidad de romper los lazos con Bruselas si no hay un acuerdo previo.

Esa vía es compleja y requiere de la cooperación del presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, que ya ha dado señales de que estaría dispuesto a facilitarlo.

La reducción del número de sesiones parlamentarias complica esos planes, aunque no los hace imposibles.

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Johnson?

El primer ministro asegura que romperá los lazos con la UE el 31 de octubre haya o no llegado a un acuerdo.

Su primer objetivo declarado continúa siendo, sin embargo, forzar a Bruselas a hacer mayores concesiones y aprobar un pacto antes de la fecha límite. Hace algunas semanas llegó a asegurar que las posibilidades de un "brexit" no negociado son tan solo de "un millón contra uno".

En el calendario de Downing Street está marcada en rojo la fecha del 17 de octubre, la próxima reunión del Consejo Europeo.

Johnson querría firmar entonces un nuevo acuerdo que elimine la controvertida cláusula sobre Irlanda del Norte y que tenga opciones de ser ratificado por el Parlamento, que habrá reabierto sus puertas días antes de esa cumbre.

Si ese acuerdo se rubricara -aunque la UE no parece dispuesta a ceder-, quedaría todavía tiempo para someterlo a votación antes del 31 de octubre. En caso contrario, los diputados contarían aún con dos semanas para intentar evitar un "brexit" no negociado.