La Policía de Hong Kong se enfrenta este domingo por segundo día consecutivo contra varios grupos de manifestantes, en un nuevo episodio de violencia que ha dejado por el momento 13 heridos y cinco detenidos y dentro de las protestas más graves que se recuerdan desde que Reino Unido devolviera el territorio a China en 1997.

Los heridos son nueve hombres y cuatro mujeres, de los cuales dos siguen en estado grave. El resto ya ha recibido el alta, según la Autoridad Médica de Hong Kong.

Como ha pasado en anteriores ocasiones, algunos manifestantes han denunciado la presencia, ya en las postrimerías de los enfrentamientos, a varios individuos vestidos de blanco y armados que agredieron a los opositores con palos y barras de metal. Se trata de presuntos miembros de las mafias chinas que actuarían a las órdenes de las autoridades o grupos favorables a Pekín.

Las pacíficas manifestaciones que comenzaron a finales de marzo contra un polémico proyecto de ley de extradición a China --cuyos opositores interpretan como una vulneración de los derechos de los detenidos-- han terminado convirtiéndose en una serie de escaramuzas por todo Hong Kong, en un gesto de rebelión contra un Gobierno al que buena parte de la población considera como una mera extensión de las autoridades de Pekín, que ignora la independencia judicial del territorio.

Los enfrentamientos han comenzado en el distrito de Wan Chai, un barrio de copas en el centro del territorio, donde la Policía ha lanzado gases lacrimógenos a grupos de manifestantes que han lanzado al menos dos cócteles molotov.

También se tiene constancia de escaramuzas en Sham Shui Po, en la isla de Hong Kong, donde horas antes había comenzado una marcha no autorizada por el Gobierno, y cerca de una comisaría de Policía en Tsim Sha Tsui. Allí ha resultado herida en la cabeza una mujer que ha necesitado de atención médica, según informa el 'South China Morning Post'.