La Justicia de Ucrania ordenó hoy el arresto del petrolero ruso "Nika Spirit", apresado la pasada semana cerca del mar Negro por su implicación en el incidente naval ruso-ucraniano ocurrido a finales de 2018 en el estrecho de Kerch.

"El tribunal ha ordenado el arresto del buque junto a los documentos requisados durante el registro. Lo hemos hecho. ¡Hecho está!", informó Anatoli Matios, fiscal militar ucraniano, en la red social Facebook.

Pese a las protestas de Rusia, el fiscal explicó que las autoridades ucranianas tenían derecho a acceder al barco de bandera rusa, ya que este había pasado el control de aduanas y atracado en territorio de Ucrania.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) apresó el pasado 25 de julio al "Nika Spirit", después de que este atracara en el puerto fluvial de Izmail, en la región ucraniana de Odesa, y se incautó de documentación, cuadernos de bitácora y grabaciones de radio.

Ucrania considera que el buque es "el cuerpo del delito" cometido en noviembre por Moscú, una evidencia que Ucrania espera que le permita construir un caso penal internacional contra Rusia como un Estado agresor.

De hecho, el Gobierno de Kiev acusa al "Nika Spirit" -antes "Neyma"- de cambiar de nombre para ocultar su implicación en el incidente de noviembre de 2018, en el que fueron apresados tres buques ucranianos y sus tripulantes.

En las imágenes publicadas en su momento por medios ucranianos se veía cómo un petrolero era colocado entre dos de los pilares del puente de Crimea, inaugurado varios meses antes por el presidente ruso, Vladímir Putin.

Ucrania acusa a Rusia de perpetrar en noviembre un "acto de agresión militar" contra las lanchas artilladas "Berdiansk" y "Nikopol" y el remolcador "Yani Kapu", arrestadas desde entonces por las autoridades rusas, y sus veinticuatro tripulantes, en prisión en Moscú.

Mientras, el SBU liberó el mismo día del apresamiento del petrolero ruso a sus diez tripulantes, que pudieron regresar a Rusia a través de Moldavia.

El viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin, tildó de"malas noticias" el apresamiento del buque y lamentó que "alguien en Kiev" desee proseguir la "provocación" del 25 de noviembre de 2018, como Moscú calificó desde un principio el incidente naval del pasado año.