El Estado Mayor Conjunto surcoreano ha confirmado que lo que lanzó Corea del Norte fueron dos misiles balísticos de corto alcance, un gesto que añade presión a la situación regional.

Los lanzamientos se realizaron a las a las 5:34 y 5.57 hora local (20.34 y 20.57 GMT del miércoles) desde la península de Hodo, en las cercanías de la ciudad de Wonsan (costa oriental norcoreana), en dirección al Mar de Japón (llamado Mar del Este en las dos Coreas), detalló a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa.

Uno de los proyectiles recorrió unos 430 kilómetros, mientras que el otro voló incluso un poco más, según un análisis realizado por fuerzas estadounidenses, detalló el mencionado portavoz.

Ambos misiles, lanzados desde plataformas móviles (TEL), alcanzaron un apogeo de unos 50 kilómetros de altura.

Se trata del primer lanzamiento desde los realizados en mayo pasado, que fueron supervisados personalmente por el líder norcoreano, Kim Jong-un, y de los que informaron oportunamente los medios de comunicación del régimen de Pionyang, que por el momento mantienen silencio al respecto.

En Seúl, la oficina presidencial surcoreana ha dichoque el Consejo de Seguridad Nacional estudiará detenidamente el lanzamiento en su junta de hoy (el órgano se reúne cada jueves) y que el presidente Moon Jae-in ha sido informado al detalle sobre la prueba de armas norcoreana.

"Los servicios de inteligencia surcoreanos y estadounidenses están tratando de identificar información específica" sobre el lanzamiento, añadió en un comunicado.

La acción norcoreana llega después de que el régimen haya protestado en los últimos días por la celebración de unas maniobras militares conjuntas entre EE.UU. y Corea del Sur previstas para agosto.

También se produce dos días después de que Pionyang desvelara un nuevo modelo de submarino capaz de lanzar misiles balísticos.

Ambos gestos parecen subrayar la impaciencia norcoreana por retomar las conversaciones con Washington sobre desnuclearización.

Se esperaba que la cumbre improvisada que celebraron el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, el 30 de junio sirviera para reiniciar las conversaciones de trabajo a mediados de julio, pero de momento no se ha programado ningún encuentro.