Un empleado municipal de Virginia Beach (Virginia, EEUU) de 40 años fue identificado hoy por las autoridades estadounidenses como el autor del tiroteo que acabó ayer con la vida de trece personas, incluyendo la suya, en las oficinas de esa ciudad costera del noreste del país.

"Dewayne Craddock, de 40 años, fue el autor. Solo diremos su nombre una vez", dijo el gestor municipal de Virginia Beach, Dave Hansen, en una rueda de prensa organizada al día siguiente del suceso.

Once de las doce personas que presuntamente mató Craddock eran sus compañeros del Departamento de Obras Públicas de la ciudad, donde llevaba 15 años trabajando; mientras que el otro fallecido era contratista del municipio.

El presunto autor de la masacre, que murió después de un intercambio de disparos con la policía local, utilizó una pistola y un rifle con "múltiples revistas" que fueron adquiridos legalmente.

Pese a que hasta ahora se desconoce el móvil del crimen, varios medios locales apuntan que Craddock, ingeniero y gerente de varios proyectos de desarrollo de la ciudad, iba a ser despedido de manera inminente por motivos que no han trascendido.

Otras informaciones de la zona señalan que el presunto autor del tiroteo tenía un pasado militar, aunque las fuentes oficiales no confirmaron ese detalle.

En la conferencia de prensa, Hansen anunció que todas las víctimas mortales del tiroteo, excepto una, eran trabajadores de la ciudad.

Hansen identificó a los once empleados municipales fallecidos como: Laquita Brown; Tara Gallagher; Mary Louise Gayle; Alexander Gusev; Katherine Nixon; Richard Nettleton; Christopher Kelly Rapp; Ryan Keith Cox; Jashua Hardy; Michelle Langer; y Robert Williams. Asimismo, el contratista que murió fue identificado como Herbert Snelling.

"Dejan un vacío que nunca podremos llenar", dijo Hansen visiblemente afectado.

Por su parte, el jefe de la Policía de Virginia Beach, James Cervera, no quiso hablar sobre el motivo del tiroteo, pero sí confirmó que Craddock era aún empleado municipal cuando disparó contra sus compañeros y que utilizó su placa de identificación para ingresar al edificio donde cometió la masacre.

Según Cervera, el sospechoso entró al edificio municipal poco después de las 16.00 horas local (20.00 GMT) del viernes y empezó a "disparar indiscriminadamente".

Las autoridades hallaron cuerpos en tres pisos diferentes del edificio y en el estacionamiento.

De acuerdo a la Policía local, el atacante falleció después de enfrentarse a dos agentes que entraron en el lugar.

De hecho, entre los heridos se encuentra uno de los policías que finalmente detuvieron el tiroteo, que salvó su vida gracias al chaleco antibalas.

Cervera tampoco informó sobre cuánto duró tiroteo y pidió comprensión, al indicar que se trata de una "escena enorme".

Virginia Beach, situada en la costa atlántica en la desembocadura de la Bahía de Chesapeake, es la ciudad más poblada del Estado con unos 450.000 habitantes.

El de ayer es el tercer tiroteo masivo -con más de 10 víctimas mortales- que se produce en los últimos meses en Estados Unidos.

El pasado 8 de noviembre de 2018, doce personas murieran abatidas por disparos indiscriminados de un perturbado en el Bar Borderline de Thousand Oaks, cerca de Los Ángeles (California) donde se celebraba una fiesta juvenil. El ejecutor de la masacre, Ian Long, de 29 años, también resultó muerto.

Un mes antes, el 27 de octubre, otras 11 personas murieron y seis resultaron heridas en el tiroteo en la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida, en la ciudad de Pittsburgh (Pensilvania), llevado a cabo por Rob Bowers, un supremacista que está detenido.

Pese al elevado número de víctimas, el tiroteo en Virginia Beach no está entre los más mortíferos de la historia de EE.UU.

El peor de ellos ocurrió en Las Vegas (Nevada) el 1 de octubre de 2017, cuando un hombre abrió fuego desde la habitación de un hotel contra una multitud que asistía a un concierto matando a 58 personas antes de acabar con su vida.