El autor del ataque contra dos mezquitas en Nueva Zelanda, el australiano Brenton Tarrant, deberá someterse a exámenes para establecer su salud mental y determinar su idoneidad para afrontar el juicio por 50 cargos de asesinato y 39 por tentativa de asesinato.

El supremacista de 28 años compareció hoy brevemente por vídeo conferencia desde una prisión de Auckland ante el Tribunal Superior de Christchurch, tres semanas después de la masacre en esta ciudad de la cual es el único acusado.

Durante la vista, el juez Cameron Mander ordenó que se evalúe el estado de salud mental de Tarrant antes de que éste comparezca de nuevo el próximo 14 de junio, cuando podría ser requerido a declararse culpable o inocente de las acusaciones. El magistrado remarcó que las evaluaciones forman parte de los procedimientos habituales para determinar si el acusado es apto para afrontar el proceso y que estas no afectarán al derecho a un juicio justo, según declaraciones recogidas por Radio New Zealand.

El experto legal de la Universidad de Massey, Chris Gallivan, indicó que "el tribunal necesita determinar si Tarrant estaba o no en sus cabales en aquel momento, si está mentalmente habilitado para relacionarse con su defensa y si puede entender el proceso mismo", en declaraciones al portal Newshub. "El tribunal debe estar seguro de eso antes de que pueda pasar a la alegación de los cargos. Si se determina que no lo está, entonces efectivamente se deja a cargo de la Corona que se le recluya en una unidad psiquiátrica segura hasta el momento en que lo considere capaz de afrontar el proceso", agregó.

Comparecencia de Tarrant

Tarrant compareció por segunda vez ante el juez tras una primera comparecencia ante el tribunal de Christchurch un día después del asalto armado contra las mezquitas de Al Noor y Linwood.

El acusado pudo ver al juez y a los abogados, y escuchar sus deliberaciones a través de un circuito cerrado de televisión que evitó mostrarle imágenes de la zona de público de la sala, donde se encontraban decenas de familiares de las víctimas. "No expresó ninguna emoción. No vi ninguna emoción en su cara", dijo Tofazzal Alam, un superviviente del ataque que perdió varios amigos en el asalto, en declaraciones recogidas por el portal de noticias Stuff.

Durante la vista, el magistrado enmendó un cargo inicial de asesinato al confirmar que la mujer que se había identificado como víctima está viva, y suprimió las identidades de las 39 personas vinculadas a las acusaciones de tentativa de asesinato, que fueron sustituidas por códigos alfanuméricos.

También se conoció que Tarrant, quien había declarado su intención de defenderse a si mismo tras rechazar los servicios de su primer abogado de oficio, será representado legalmente por Shane Tait y Jonathan Hudson.

La presencia de los letrados mitiga el temor expresado por varios expertos de que el juicio fuera utilizado por el acusado como una plataforma para propagar su ideología extremista, recogida en un manifiesto de 70 páginas publicado en sus redes sociales instantes antes del atentado.

A la salida de la vista, el hijo de una de las víctimas, Yama Nabi, declaró a la prensa que el juicio "no va a devolvernos a nuestros seres queridos" pero que espera que al acusado "lo encierren y que arrojen las llaves lejos".

Cargos

La Policía considera imputar nuevos cargos, incluido el de terrorismo, contra Tarrant, quien retransmitió en directo durante 17 minutos el ataque en una de las mezquitas, en el que se veía al asaltante disparando a quemarropa a los feligreses con armas automáticas.

El juez mantuvo hasta al menos la próxima vista la orden que prohíbe a los medios de comunicación tomar fotografías, filmar o grabar el sonido del proceso ni publicar imágenes del acusado, a excepción de la de la primera comparecencia pero con el rostro pixelado.