El partido promilitar Phalang Pracharat encabezó hoy de manera imprevista el recuento de votos de los comicios legislativos celebrados en Tailandia en una incierta y confusa noche electoral tras casi cinco años de junta militar.

Con el 92 % del recuento oficial, el Phalang Pracharat ganó 7,5 millones de votos, seguidos del partido prodemocracia Puea Thai ("Para los Tailandeses"), que obtuvo 7 millones, y el emergente y antimilitar Anakot Mai ("Nuevo Futuro), con 5,1 millones de apoyos, informó la Comisión Electoral.

Unos 51 millones de tailandeses estaban llamados a votar en estos comicios, los primeros en Tailandia desde el golpe de Estado de mayo de 2014 liderado por el general Prayut Chan-ocha, actual primer ministro y cabeza de lista del Phalang Pracharat.

"Estamos contentos con el nivel de confianza que los tailandeses han depositado en nosotros", dijo Uttama Savanayon, líder del partido promilitar, al que Prayut felicitó por teléfono.

A la espera de que se anuncie el reparto de escaños, los resultados muestran la honda división del país y hace prever una legislatura de difíciles acuerdos.

Tras más de cuatro horas de recuento, la Comisión Electoral anunció hoy por sorpresa que retrasaba al lunes la publicación de los resultados preliminares de la votación y situó la participación en un 66 % del electorado, menos de lo esperado.

Así lo comunicó en conferencia de prensa televisada el director de la Comisión, Ittiporn Boonprakong, que cifró los votos nulos en 1,9 millones y se refirió al caso de 1.500 papeletas que llegaron tarde desde Nueva Zelanda.

Según los medios locales, se han producido supuestas irregularidades en el recuento de voto en algunos de los más de 90.000 colegios electorales en todo el país.

Estas elecciones no han contado con una misión de observadores internacionales y en el caso de la Unión Europea (UE), al no ser invitada, decidió desplegar algunos diplomáticos que realizaron una supervisión incompleta para uso interno.

Además del buen resultado de los promilitares, otra sorpresa ha sido la pérdida de votos del Puea Thai, la formación afín a la familia Shinawatra, que había ganado todas las elecciones desde 2001 con distintas marcas políticas.

En 2011, el Puea Thai ganó más de 15 millones de votos y 265 escaños que convirtieron en primera ministra a Yingluck Shinwatra, actualmente en el exilio y condenada en rebeldía a cinco años de cárcel por negligencia.

El Anakot Mai, un partido creado en 2018, se ha convertido en la tercera fuerza política con una campaña con un mensaje dirigido a los jóvenes, reformista y contrario a los militares y un líder carismático: el joven empresario Thanathorn Juangroongruangkit.

El Partido Demócrata, la formación más antigua de Tailandia y cuyos partidarios se encuentran tradicionalmente en el sur del país y entre las clases medias monárquicas de la capital, sufrió por su parte unos catastróficos resultados al quedar cuarta y su líder, Abhisit Vejjajiva, anunció su dimisión.

En quinto lugar en número de votos ha quedado la formación Bhumjaithai, que ha basado gran parte de su campaña electoral en defender la legalización completa de la marihuana.

De los 500 escaños de Cámara baja, 350 de ellos son elegidos por circunscripción y otros 150 en listas de partidos, según la Constitución redactada por los militares.

Los diputados serán los encargados de designar al nuevo primer ministro en una votación conjunta con los 250 senadores, que son elegidos a dedo por la junta militar e incluyen a los jefes de las fuerzas armadas.

Prayut, candidato a jefe de gobierno por el Phalang Pracharat, dirigido por varios de sus exministros, parte con ventaja para alargar su mandato, ya que solo necesitaría el apoyo de 126 diputados electos.