La salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) puede no llegar a materializarse si los diputados no votan este martes a favor del acuerdo del "brexit, afirmó hoy la primera ministra británica, la conservadora Theresa May.

Al intervenir en el debate sobre el pacto que se votará en la Cámara de los Comunes, May esgrimió que el "divorcio" británico de la UE, fijado para el próximo 29 de marzo, "podría estar perdido".

"El peligro para aquellos de nosotros que queremos tener fe en el pueblo británico y cumplir con su voto del 'brexit' es que, si esta votación no sale adelante, si este acuerdo no es aprobado, entonces el 'brexit' podría perderse", subrayó May.

"Creo que es totalmente imperativo para esta cámara que cumplamos con la decisión tomada por el pueblo británico en junio de 2016 y que cumplamos con ese referéndum y que cumplamos con el 'brexit", agregó May, que habló con muchas dificultades a causa de una afonía.

Según insistió la "premier" británica, "hay un peligro" de que, si el pacto es rechazado esta noche, "podamos terminar en una situación en la que no tendríamos 'brexit".

Recalcó que negoció con Bruselas unos instrumentos legales adicionales al acuerdo, que suponen la mejor opción disponible para el Reino Unido, cuando faltan menos de tres semanas para el "divorcio" del país del bloque europeo.

May afronta una previsible derrota en la votación de este martes -prevista para las 19.00 GMT-, después de que el llamado Grupo de Investigación Europea (ERG, por sus siglas en inglés), integrado por diputados conservadores euroescépticos, manifestase que "no puede recomendar" apoyar el acuerdo del "brexit".

Además, el norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), socio del Gobierno británico, señaló que la primera ministra no ha efectuado "avances suficientes" para lograr cambios "legalmente vinculantes" en la salvaguarda fronteriza.

Muchos diputados habían manifestado inquietud sobre la salvaguarda, que establece que el Reino Unido permanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único hasta que se establezca una nueva relación comercial entre ambas partes, que debe ser negociada en el periodo de transición -entre el próximo 29 de marzo y finales de 2020-.

La inquietud la suscita que el Reino Unido permanezca atado a las normas del mercado único si Londres y Bruselas no llegan a un acuerdo comercial en ese periodo de transición.

Los nuevos textos acordados son un "instrumento legalmente vinculante", que deja claro que la salvaguarda no está diseñada para ser permanente, y un suplemento añadido a la Declaración Política, por el que el Reino Unido y la UE se comprometen a acelerar la negociación sobre su futura relación comercial.

El tercero es una "declaración unilateral" del Reino Unido que reafirma su poder soberano para abandonar la cláusula si las negociaciones sobre la futura relación no prosperasen.

El acuerdo original de retirada fue rechazado en los Comunes el pasado 15 de enero por 432 votos en contra y 202 a favor.