La primera ministra británica, Theresa May, ha partido esta tarde desde Londres hacia Estrasburgo para reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y tratar de concretar modificaciones al acuerdo del Brexit, confirmó Downing Street.

La jefa de Gobierno espera obtener clarificaciones al tratado de salida de la Unión Europea (UE) que fue sellado el pasado noviembre antes de que mañana sea sometido a votación, por segunda vez, en el Parlamento británico.

Está previsto que la primera ministra llegue a Estrasburgo en torno a las 20.00 GMT (21.00 hora local).

La Cámara de los Comunes rechazó el pacto en enero por una amplia mayoría de 230 votos, en medio de críticas por parte del sector más euroescéptico del Partido Conservador al mecanismo de salvaguarda diseñado para evitar una frontera en Irlanda del Norte tras el Brexit.

Los líderes de la UE han descartado hasta ahora reabrir el texto del acuerdo ni rebajar el alcance de esa salvaguarda, que en su opinión protege los acuerdos de paz de 1998, que no permiten levantar una frontera entre las dos Irlandas, así como la integridad del mercado único.

Los euroescépticos británicos creen, sin embargo, que ese mecanismo dejará al Reino Unido integrado en las estructuras de la UE hasta que se firme un nuevo acuerdo comercial, lo que puede tardar años, y eso dificultará negociar tratados comerciales con terceros países.

Un portavoz oficial de May detalló que los contactos entre Londres y Bruselas continuaban "a nivel técnico" durante la tarde del lunes.

El secretario de Estado para el "Brexit", Robin Walker, aseguró por su parte en el Parlamento que la votación prevista para mañana seguirá adelante, aunque todavía no se han anunciado posibles modificaciones al acuerdo inicial.

Indicó asimismo que el Gobierno publicará una actualización del análisis legal sobre el acuerdo redactada por el abogado general del Estado, Geoffrey Cox, antes del debate previo a la votación.

May se ha comprometido a convocar dos nuevos votos esta semana si el pacto es rechazado por segunda vez.

En ese caso, el miércoles se sometería a votación la posibilidad de abandonar la UE sin un acuerdo, y si esa opción tampoco fuera respaldada por una mayoría de diputados, el jueves se consideraría la opción de pedir a Bruselas una extensión del plazo de salida más allá del 29 de marzo.