A punto de cumplirse diez días desde que el barco de la ONG alemana Sea Watch rescatara a 47 inmigrantes en el Mediterráneo, el Gobierno italiano, en cuyas aguas se encuentra, sigue negando el desembarco y está decidido a enviarlos a Holanda, ya que el buque porta esa bandera.

Para el viceprimer ministro italiano y líder del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi di Maio, la solución debe ser "el secuestro" de la nave y el envío de los inmigrantes a Holanda, según dijo este domingo en una entrevista en el programa televisivo 'Non è l Arena'.

"El Gobierno italiano está tratando en las últimas horas de recabar toda la información y compartirla con la magistratura a fin de poder secuestrar la embarcación", afirmó.

Y agregó que también está decidido a "hacer llegar a estas personas a Holanda. Yo no estoy a favor de registrar a los que desembarquen en Italia, los debe registrar el Gobierno holandés".

El líder del M5E, partido que gobierna en coalición con la ultraderechista Liga, añadió que "si la nave no es holandesa, el gobierno de ese país lo debe decir", y opinó que en este sentido la actitud del ejecutivo holandés es "ambigua".

"La bandera de un barco no es una cosa folclórica, significa que la nave es territorio de la bandera del país que porta", subrayó Di Maio.

Los 47 inmigrantes esperan un puerto seguro desde hace ya casi 10 días, desde que fueron rescatados el 19 de enero.

Después de estar siete días en aguas internacionales, las condiciones meteorológicas adversas obligaron a las autoridades italianas a permitir la entrada del buque en aguas territoriales y ahora se encuentra a menos de dos millas de la costa de Siracusa (Sicilia, sur).

El otro vicepresidente y líder de la Liga, Matteo Salvini, reiteró en Facebook su posición de que "a Italia se llega solo respetando las reglas, de otra forma, STOP".

Salvini dijo contar con "elementos concretos para afirmar que, poniendo en riesgo la vida de las personas a bordo, el comandante y la tripulación de la ONG Sea Watch desobedecieron las indicaciones" para llegar a un puerto cercano, "que no era Italia".

Estas pruebas serán puestas a disposición judicial, advirtió, al tiempo que acusó a la ONG de "utilizar a estos inmigrantes para una batalla política".

Políticos, miembros de la Justicia y de la Iglesia católica han pedido al Gobierno italiano que deje descender a estas personas, de las que 13 son menores.

Este domingo, tres parlamentarios italianos desafiaron a Salvini y subieron a bordo de la embarcación, a pesar de una prohibición expresa, para comprobar las condiciones de salud de los inmigrantes.