Dos personas resultaron heridas al estallar esta mañana un artefacto explosivo de fabricación casera frente a una iglesia en el centro de Atenas, sin que por ahora haya indicios sobre los autores, informó la Policía.

El artefacto se encontraba dentro de una caja de metal que fue descubierta por un empleado de la iglesia de San Dionisio, en el céntrico barrio de Kolonaki.

Según explicó un responsable eclesiástico en declaraciones a la cadena de televisión pública ERT, el empleado se disponía a abrir el templo cuando encontró la citada caja.

Al abrirla detectó que en su interior había cables y un reloj, por lo que avisó inmediatamente a la comisaría de Policía más cercana.

El artefacto estalló en torno a las 07.10 hora local (05.10 GMT) cuando uno de los agentes cogió la caja para alejarla del lugar, causándole heridas en la cara y en las manos.

El empleado, que se encontraba a poca distancia, sufrió lesiones menores.

El agente fue trasladado al hospital, pero según las primeras informaciones, tampoco sus lesiones fueron de gravedad, pues el explosivo era de baja potencia.

Según indicó un portavoz policial en declaraciones a los medios, en esta ocasión no hubo una llamada previa de advertencia.

La Policía ha acordonado toda la zona y la brigada antiterrorista ha asumido la investigación.

Este tipo de ataques ocurren con relativa frecuencia en Grecia y en su mayoría acaban siendo reivindicados por grupos del entorno anarquista, pero siempre con llamadas telefónicas previas.

El pasado día 17 una bomba estalló ante el edificio que alberga la televisión privada Skai.

La explosión fue de gran potencia y causó numerosos daños materiales, pero no lesionó a nadie, pues la Policía pudo desalojar la zona después de que varios medios recibieron una llamada alertando de la existencia de una bomba.