Al menos 22 personas murieron y otras 22 resultaron heridas este miércoles en el norte de China, debido a una explosión seguida de un incendio cerca de una planta química en una ciudad que será sede de los Juegos de Invierno de Pekín-2022.

En la explosión se vieron implicados 38 camiones y 12 automóviles, que quedaron arrasados por el fuego ante la fábrica del grupo Hebei Shenghua Chemical en Zhangjiakou, una ciudad situada unos 200 km al noroeste de Pekín, anunciaron las autoridades locales en su cuenta de la red social Weibo.

Los heridos fueron llevados a un hospital tras la deflagración, que se produjo a las 00:41 locales (16:41 GMT del martes), según el comunicado. Las autoridades no precisaron las causas de la explosión.

En videos y fotos difundidos por los medios chinos se veían los restos de camiones totalmente carbonizados, inmuebles ennegrecidos por el hollín y a bomberos intentando sofocar las llamas.

"Continúan las labores de búsqueda y rescate en el lugar y la investigación de las causas del accidente", indicaron las autoridades.

El incidente habría tenido lugar a las puertas de la fábrica, cuando un camión que transportaba productos peligrosos explotó, provocando que los vehículos estacionados en los alrededores ardieran, según el medio en línea The Paper, que cita a un responsable local encargado de la seguridad industrial.

La extensa comuna de Zhangjiakou, que incluye un centro urbano y una amplia zona rural, alojará las competiciones de esquí de fondo y de snowboard de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín-2022.

La planta en la que se produjo la explosión se encuentra a unas decenas de kilómetros del lugar de las competiciones.China, escenario de varios accidentes industriales en los últimos años

El pasado julio, una explosión en una planta química dejó 19 muertos y 12 heridos en la provincia de Sichuan (sudoeste). Según las autoridades locales, la empresa llevaba a cabo obras ilegales que no habían superado las medidas de seguridad.

En 2015, una enorme explosión en un almacén de productos químicos dejó 165 muertos en la ciudad portuaria de Tianjin (norte), lo que provocó una polémica sobre las causas de la catástrofe y de su impacto ecológico.

El exalcalde de la ciudad, quien dirigió el comité encargado de gestionar la catástrofe, fue condenado el año pasado a 12 años de cárcel por corrupción.

China, donde a menudo se incumple o no se aplica la normativa de tránsito, también sufrió graves accidentes de carretera, dos de ellos en los últimos días.

La semana pasada, cinco niños murieron cuando un conductor embistió a un grupo de estudiantes que cruzaban una calle en el noreste de China. Y este martes murieron siete personas atropelladas por un automóvil en una acera en una localidad del sudoeste del país.

Un camión fuera de control chocó contra una fila de 31 coches en la provincia de Gansu (noroeste) a inicios de este mes, matando a 15 personas y dejando 44 heridos.

En noviembre del año pasado, una colisión múltiple en una autopista en la que se vieron involucrados más de 30 vehículos dejó 18 muertos en la provincia de Anhui (este)