El balanceo democrático americano incluye a mitad de cada legislatura la Midterm Election, las legislativas que renuevan las dos cámaras del Congreso y de paso ponen a prueba la gestión del presidente. La convocatoria se ha saldado con una Cámara de Representantes de mayoría Demócrata y un Senado dominado por los Republicamos.una Cámara de Representantes de mayoría Demócrata y un Senado dominado por los Republicamos El poder desgasta y a Donald Trump sus medidas más polémicas le han pasado factura, aunque no tan alta como a algunos de sus predecesores. No es nada nuevo, a Clinton y a Obama les pasó lo mismo, aguantaron el tirón y se plegaron a la voluntad del pueblo, qué por cierto, esta vez acudió a las urnas en un alto porcentaje.

La primera consecuencia para el presidente será que el Partido Republicano no podrá enviarle directamente proyectos de ley. El partido del Elefante deberá negociar con oponentes que tienen ganas locas de poner en su sitio al menos político de los comandantes en jefe que ha visto un país acostumbrado a todo. Las iniciativas del brazo ejecutivo serán sometidas a un riguroso examen, pero a cambio, la oposición en el Senado no tendrá capacidad para abrir investigaciones contra Trump. El Gobierno también conserva la capacidad de nombrar alto cargos a través del Senado, sin pasar el filtro de los Demócratas. El presidente califica de gran éxito los resultados. Realmente lo es, aunque con matices. Las cosas cambiarán, pero no tanto.

La cultura del contrapoder está consagrada en la Constitución y bien arraigada en la sociedad. A partir de este miércoles comienza una agresiva campaña electoral en la que Trump se juega la reelección y Hillary volverá a trabajar por una nominación que la lleve a la Casa Blanca. Los americanos votaron muchas más cosas ayer. Al baile de gobernadores se unen un sinfín de cambios en constituciones de estados como Florida, donde se aprobaron once de las doce enmiendas propuestas. En Miami los electores aprobaron el proyecto de un macro estadio de fútbol con 25.000 asientos impulsado por David Beckham y el empresario Jorge Mas. Los planes incluyen un hotel de 750 habitaciones, tiendas, y oficinas.

En la Cámara Baja se sentarán más de cien mujeres, entre ellas dos musulmanas. Colorado tendrá un gobernador gay y Kansas una representante lesbiana. La congresista más joven será Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata, de 29 años, neoyorkina del Bronx, de origen puertorriqueño. No olviden su nombre. Dará mucho juego.