El presidente de EEUU, Donald Trump, insistió este jueves en que no permitirá la entrada de la caravana de migrantes centroamericanos al país, y anunció que prepara un plan para limitar las opciones de solicitud de asilo en la frontera.

"Con este plan, los migrantes ilegales no podrán obtener nunca más un pase gratis a nuestro país realizando reclamaciones sin prueba al pedir asilo. En cambio, los migrantes que buscan asilo tendrán que presentarse legalmente en los puertos de acceso", dijo el mandatario.

"Mi Administración -agregó- está finalizando un plan para acabar con el abuso desenfrenado de nuestro sistema de asilo".

El presidente, que no dio detalles del plan, comentó también que su Gobierno está trabajando en una orden ejecutiva para abordar este asunto y que espera presentarla la próxima semana, en la que tendrán lugar las elecciones legislativas de mitad de mandato.

Según el mandatario, los inmigrantes clandestinos que acceden por zonas no autorizadas recurren a pedir asilo a los agentes fronterizos con objeto de no ser expulsados del país y de al menos permanecer en él mientras se resuelven sus casos migratorios.

El gobernante advirtió de que a los inmigrantes que sean detenidos no se les dejará en libertad mientras se ven sus casos, sino que estarán arrestados hasta su deportación.

Trump reiteró durante la rueda de prensa que los miles de integrantes de las caravanas de migrantes que cruzan México para llegar a EE.UU. no accederán al país y que los que entren ilegalmente serán devueltos.

"A esta caravana ilegal no se le permitirá la entrada en EE.UU. y se deberían dar la vuelta ahora porque están malgastando su tiempo", afirmó el mandatario en rueda de prensa, en la que también señaló que estos migrantes no son "solicitantes de asilo legítimos".

El anuncio de Trump se produce en vísperas de las elecciones legislativas de medio mandato que se celebrarán el próximo martes, ante las cuales ha endurecido su discurso antiinmigración con el envío de tropas a la frontera sur y con amenazas de eliminar el derecho a la ciudadanía para los nacidos en EE.UU.

El Gobierno estadounidense ya informó en octubre de que rebajará el cupo de refugiados de 45.000 a 30.000 para el próximo año fiscal 2019, el número de admisiones de refugiados más bajo desde 1980.