Un parlamentario de la Cámara de los Lores británica reveló hoy que el empresario Philip Green, dueño del gigante textil Topshop, es el hombre al que apuntan acusaciones de supuestos abusos sexuales y ataques racistas contra trabajadores.

El diario "The Daily Telegraph" publicó ayer una investigación sobre presuntos casos de abusos que implicaban a un "relevante hombre de negocios" sin identificar, dado que un juez había prohibido la difusión de su identidad.

Al amparo de los privilegios que otorga la legislación británica a los parlamentarios en cuestiones relacionadas con la libertad de expresión, el laborista Peter Hain consideró su "deber" revelar el nombre del acusado.

Hain describió el caso como el de "un poderoso empresario que está utilizando acuerdos de confidencialidad y sustanciales pagos para ocultar la verdad sobre graves y repetidos episodios de acoso sexual, abusos racistas e intimidaciones".

"Siento que es mi deber, bajo privilegio parlamentario, nombrar a Philip Green como el individuo en cuestión, dado que los medios de comunicación están sujetos a una orden judicial que evita la publicación de los detalles de esta historia, que es claramente de interés público", afirmó el miembro de los Lores.

A pesar de que el magistrado no ha levantado la prohibición de difundir la identidad del empresario, los medios británicos divulgaron hoy ampliamente las palabras del parlamentario laborista.

Green es el presidente de Arcadia Group, grupo que incluye marcas como Topshop, Topman, Wallis, Evans, Miss Selfridge y Dorothy Perkins.