El Papa ha reiterado su perdón por los abusos sexuales cometidos por el clero y ha rezado para que no vuelvan a repetirse, durante el rezo del Ángelus que ha presidido desde la explanada adyacente al santuario de Knock, en su última etapa de su viaje Irlanda.

"Rezando delante de la imagen de la Virgen, le he encomendado de modo particular a todas las víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda", ha señalado ante los fieles.

Y ha agregado: "Ninguno de nosotros puede dejar de conmoverse por las historias de los menores que han sufrido abusos, a quienes se les ha robado la inocencia y se les ha dejado una cicatriz de recuerdos dolorosos".

El Papa ha señalado que la pederastia en el seno de la Iglesia es una "herida abierta" que desafía a los responsables eclesiásticos a que estén "firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia".

En el Santuario de Knock, corazón Mariano de Irlanda, el pontífice ha implorado "el perdón del Señor por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos en la familia de Dios".

Y ha concluido: "Pido a nuestra Madre Santísima que interceda por la curación de todos los sobrevivientes de abuso de cualquier tipo y que confirme a cada miembro de la familia cristiana con el propósito decidido de no permitir nunca más que estas situaciones vuelvan a repetirse".