El Ejército israelí interceptó hoy el Freedom, segundo barco de la flotilla que trataba de romper el bloqueo a la Franja de Gaza, y trasladó la nave con sus pasajeros -entre ellos un español- al puerto de la ciudad israelí de Ashdod.
"Durante la noche, el Ejército completó una operación naval e interceptó un barco que partió de Europa para violar el bloqueo naval legal impuesto a la Franja de Gaza", indicó un comunicado militar. El abordaje fue hecho "de acuerdo con el derecho internacional" y "sin eventos excepcionales", agregó la nota castrense.
A bordo del Freedom, un velero con bandera sueca de 21 metros de eslora que transportaba productos médicos para Gaza, viajaban doce personas de varias nacionalidades, entre ellas el español Francisco Canales, concejal de Alajar (Huelva), así como dos periodistas, informó el movimiento Rumbo a Gaza.
La organización perdió el contacto con la tripulación hace más de once horas, y la última posición en la que registró la nave fue a unas 40 millas náuticas de la costa de Gaza, dijo a Efe su portavoz, Sandra Barrilaro.
El Freedom transporta productos suministros médicos básicos (gasas, suturas y medicamentos analgésicos) para entregar a los hospitales del enclave costero, y la propia nave iba a ser "un regalo para los pescadores palestinos".
Entre los pasajeros estaban nacionales de Suecia, Noruega o Canadá, así como el concejal español Canales y los dos reporteros, de nacionalidad británica, Richard Sudan, del canal iraní en inglés Press TV, e Ian Díaz Young, de su versión en castellano HispanTV.
El Freedom partió el 15 de mayo de la ciudad sueca de Estocolmo, y desde entonces, indica la organización, ha navegado unas 5.000 millas náuticas.
Los últimos tres días hizo cabotaje por costas egipcias, pero después recuperó la línea de ruta que recorrió una semana antes el Al Awda (El Retorno, en árabe), el primer barco de los tres que integran esta flotilla que fue interceptado por el Ejército, el pasado domingo y abordado a unas 49 millas náuticas de la costa.
Llevaba a bordo 22 activistas propalestinos, dos de ellos israelíes y veinte extranjeros -incluidas dos enfermeras españolas- que fueron detenidos y deportados a sus países.
El último restante, el velero Falestine (Palestina, en árabe), continúa más lentamente su camino hacia la Franja.
