La prohibición a que las mujeres conduzcan en Arabia Saudí, vigente durante décadas, llegó a su fin este domingo, y las conductoras empezaron a circular por las calles de Riad. Una reforma histórica para el reino ultraconservador.

Tan pronto como se hubo levantado la prohibición, las mujeres empezaron a recorrer al volante las iluminadas avenidas de la capital, Riad, y de otras ciudades del reino. Algunas pusieron la música de sus autos a todo volumen.

"Es un momento histórico para todas las mujeres saudíes", declaró Sabika Al Dosari, una presentadora de televisión saudí, antes de cruzar la frontera con Baréin a bordo de un sedán.

"Es un gran logro", dijo un príncipe saudí, el multimillonario Al Walid bin Talal, en un vídeo en el que aparecía su hija Reem conduciendo un 4x4, con sus nietas aplaudiendo en el asiento trasero.

"Ahora las mujeres tienen su libertad", declaró el príncipe en este video, publicado en Twitter.

Anunciada en septiembre de 2017, esta decisión inspirada por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán forma parte de un amplio plan de modernización del rico país petrolero. Pone fin a una prohibición símbolo del estatus inferior de las saudíes, criticado en todo el mundo.

"Es un paso importante y una etapa esencial para la movilidad de las mujeres", afirmó Hana Al Jamri, autora de un libro sobre las mujeres en el periodismo en Arabia Saudí que se publicará próximamente.

"Las mujeres viven en un sistema patriarcal en Arabia Saudí", señaló, indicando que la nueva medida "ayudará a desafiar las normas sociales y de género que entorpecen la movilidad, la autonomía y la independencia".

Este cambio se anuncia como una transformación para muchas mujeres, que dejarán de depender de chóferes privados o familiares hombres, y supondrá un ahorro para las familias.

"Es un alivio", declaró a la AFP Najah Al Otaibi, analista en el centro de reflexión pro-saudí Arabia Foundation.

"Las saudíes experimentan un sentimiento de justicia. Durante mucho tiempo, se les negó un derecho fundamental que las mantuvo confinadas y dependientes de los hombres, lo que imposibilitaba que pudieran llevar una vida normal", explicó.

Impacto en la economía

El reino había empezado a entregar a principios de mes los primeros permisos de conducción a mujeres en décadas. Algunas canjearon sus permisos extranjeros por un permiso saudí después de haber aprobado un examen.

Unos tres millones de mujeres podrían obtener el permiso y comenzar a conducir desde ahora hasta 2020, según la consultora PricewaterhouseCoopers.

Se abrieron escuelas para aprender a conducir en ciudades como Riad y Yeda. Algunas enseñan incluso a conducir motos Harley Davidson, algo impensable hace tan solo un año.

Muchas saudíes indicaron en las redes sociales qué habían pensado hacer este domingo, planes como acompañar a su madre a tomar un café o un helado, algo banal para el resto del mundo pero excepcional en este país.

Durante décadas, los conservadores se apoyaron en interpretaciones rigoristas del islam para justificar la prohibición de conducir, algunos incluso alegando a que las mujeres no eran lo suficientemente inteligentes para ponerse detrás del volante.

Desde el punto de vista económico, las consecuencias podrían ser solo beneficios, según expertos. El fin de la prohibición podría estimular el empleo de mujeres y, según una estimación de Bloomberg, agregar 90.000 millones de dólares a la economía al 2030.

Pero muchas mujeres temen seguir siendo blanco de los conservadores en este país donde los hombres mantienen el estatuto de "tutores".

De hecho, las saudíes deben salir con velo y siguen sometidas a restricciones importantes: no pueden viajar, ni estudiar ni trabajar sin permiso de sus maridos o los hombres de su familia.

El Gobierno adoptó medidas recientemente contra los abusos castigando el acoso sexual con cinco años de cárcel y una multa de 300.000 riales (69.000 euros).

Represión

Bajo el impulso del príncipe Mohamed, que devino heredero al trono hace un año, el país también autorizó la apertura de salas de cine y conciertos mixtos, una muestra de su intención de volver al "islam moderado".

Pero el entusiasmo que suscitó el anuncio de sus reformas quedó empañado por una ola de represión contra activistas que, entre otras causas, se opusieron durante mucho tiempo a la prohibición de manejar.

Según las autoridades, nueve de las más de una decena de personas, incluyendo mujeres, detenidas siguen encarceladas. Están acusadas de haber atentado contra la seguridad del reino y de haber ayudado a los "enemigos" del Estado.

Human Rights Watch (HRW) indicó esta semana que otras dos activistas, Nuf Abdelaziz y Maya Al Zahrani, habían sido detenidas.