Cientos de palestinos han comenzado a manifestarse en distintos puntos de los Territorios Palestinos para conmemorar el 70º aniversario de la 'Nakba', día en el que se conmemora el inicio del éxodo palestino por la creación del Estado de Israel.

Los manifestantes han lanzado piedras y quemado neumáticos en Hebrón (Franja de Gaza) y en Ramala, Kalandia y Belén (Cisjordania), de acuerdo con el diario israelí 'Yedioth Ahronoth'.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y la Policía fronteriza ya se han desplegado para controlar las protestas, si bien por ahora no se ha producido ningún enfrentamiento.

La 'Nakba' coincide este año con la huelga general convocada para este martes por el presidente palestino, Mahmud Abbas, para condenar el baño de sangre que las fuerzas israelíes dejaron el lunes en la frontera con Gaza, con 60 muertos y más de 2.700 heridos.60 muertos

"Estamos extremadamente preocupados por lo que pueda pasar hoy, un día muy emotivo para todos, y en las próximas semanas. Urgimos a la máxima contención. Ya basta", ha escrito el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en su cuenta oficial de la red social Twitter.

La matanza perpetrada el lunes en Gaza es la peor en un solo día desde que el 30 de marzo comenzaron las manifestaciones de cara a la 'Nakba' ('Catástrofe'), que se celebra cada 15 de mayo. Desde entonces, cerca de un centenar de palestinos ha muerto sin que haya ni una baja israelí.

Las protestas del lunes se exacerbaron coincidiendo con la ceremonia inaugural de la nueva Embajada de Estados Unidos en Israel, que ha sido trasladada de Tel Aviv a Jerusalén. Esto supone el reconocimiento de la ciudad santa como capital israelí por parte de la potencia norteamericana, lo cual rompe el único punto de consenso internacional: que el estatus de Jerusalén, que ambas partes reivindican como propia, debía decidirse en un eventual diálogo de paz.

Unos 40.000 palestinos se concentraron el lunes a lo largo de la frontera entre la Franja de Gaza e Israel en trece localizaciones distintas desde primera hora y hasta las 17.30 (hora local), cuando Hamás, que ha admitido estar detrás de las protestas, ordenó la retirada.

Testigos consultados por las agencias de noticias palestinas Wafa y Maan han declarado que las fuerzas hebreas usaron gases lacrimógenos y munición real contra los manifestantes. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), por su parte, han acusado a los palestinos de emplear armas de fuego, cócteles molotov y otros explosivos y de intentar traspasar la valla limítrofe.

El elevado número de víctimas ha suscitado la crítica de toda la comunidad internacional a excepción de Estados Unidos, que una vez más se ha posicionado junto a su aliado Israel. Ambos han culpado a Hamás del baño de sangre por empujar a los palestinos hacia "un terrible riesgo", en alusión a las tropas hebreas. La facción palestina, por su parte, ha llamado a una nueva intifada.