El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado a nueve años y medio de prisión por corrupción y lavado de dinero, dijo este viernes que está dispuesto a ser candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT) de cara a las elecciones generales de 2018.

"Quiero decir a mi partido que hasta ahora no lo había reivindicado, pero a partir de ahora voy a reivindicar al PT el derecho de colocarme como postulante a la candidatura", afirmó Lula, quien hasta la fecha había expresado su deseo de presentarse a los comicios del próximo año, pero nunca de una manera tan contundente.

Lula fue condenado este miércoles en primera instancia a nueve años y seis meses de prisión por el juez federal Sergio Moro por un asunto de corrupción asociado a la red que operó en la estatal Petrobras, pero la sentencia aún no es firme y deberá ser ratificada por un tribunal superior.

"Si alguien piensa que con esta sentencia me sacan del juego (político), pueden saber que estoy en el juego", indicó Lula en su primer pronunciamiento público tras la condena.

El líder más valorado en las encuestas

Lula aparece actualmente como el líder más valorado en las encuestas, a pesar de los múltiples escándalos de corrupción que le rodean por su supuesta participación en la gigantesca trama corrupta que operó en la estatal Petrobras.

La condena fue dictada en primera instancia, por lo que la decisión proferida por el juez federal Sergio Moro, encargado del caso Petrobras, puede ser revertida por un tribunal superior.

Solo en caso de que la segunda instancia ratifique dicha sentencia, Lula perdería sus derechos políticos y por tanto, no podrá ser candidato a las elecciones presidenciales de 2018.

Rodeado de dirigentes y militantes del PT, el exgobernante cargó contra el Poder Judicial y la prensa nacional por sus supuestos intentos de apartarle del escenario político y por una sentencia que consideró "política".

"Que me esperen aquellos que esperan el fin de Lula (...) Estoy dispuesto a luchar de la misma forma que cuando tenía 30 años", comentó.

Además, advirtió a su militancia que "tendrán un precandidato con problemas jurídicos en las espaldas" y prometió "luchar" con su propio partido para "ganarse el apoyo" y por último "luchar en las calles para convencer a la sociedad".