Diez personas resultaron heridas, una de ellas grave, al impactar un taxi hoy contra un grupo de personas en el este de Boston (Massachusetts), en un suceso que la Policía estatal considera un "trágico accidente" sin ningún indicio de terrorismo.

"No hay ninguna señal de que esto fuera un acto intencionado. Esto parece ser un trágico accidente", dijo el subinspector de la Policía estatal de Massachusetts, Frank McGinn, en una conferencia de prensa.

El suceso se produjo hacia las 13.40 hora local (17.40 GMT) cerca del aeropuerto internacional de Boston, cuando un taxi se subió encima de la acera y atropelló a un grupo de taxistas locales que estaban tomándose un descanso.

Diez personas fueron trasladadas a hospitales de la zona, entre ellas un herido de gravedad, otros tres que sufrieron daños "significativos" y otros seis que registraron heridas leves, según McGinn.

El conductor del taxi, un hombre de 56 años, cooperó en todo momento con las fuerzas del orden y está siendo interrogado por las autoridades, que le han confiscado el vehículo.

"Sus compañeros le consideran como alguien muy agradable, y no tiene ningún historial de violaciones", afirmó McGinn.

Las autoridades sospechan que el conductor pudo cometer un error a la hora de operar el taxi, aunque tampoco han descartado que pudiera haber un problema mecánico en el vehículo o que el taxista tuviera algún problema médico, aunque esto último lo consideran improbable.

Otro taxista que llegó a la zona poco después del atropello, Jephtet Roseme, dijo al diario local The Boston Globe que pudo ver a gente atrapada debajo del vehículo y a otros conductores tratando de ayudarlos.