El balance de víctimas mortales del incendio registrado en la noche del viernes en una fiesta en un almacén de la localidad californiana de Oakland ha ascendido a 36 y, hasta el momento, once de las víctimas han sido identificadas por sus familias, según las autoridades.
La jefa del departamento de Bomberos de Oakland, Teresa Deloche-Reed, ha asegurado que cerca de un centenar de personas se encontraban en el almacén en el momento que se originó el incendio, cuyas causas no han sido determinadas.
El incendio comenzó a las 23.30 horas del viernes en el complejo industrial Fruitvale de Oakland, durante una fiesta que se celebraba en el almacén y que contaba con una actuación musical, según el 'East Bay Times'.
La alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, ha indicado que la Fiscalía ha desplegado su equipo de investigación criminal en el lugar del suceso, aunque por el momento no hay motivos para pensar que fuera provocado. "Algo tan simple como un cigarrillo puede provocar un incendio que podría acabar en algo así", ha afirmado el sargento Ray Kelly, de la oficina del Sheriff del condado de Alameda.
El siniestro ha sido el más mortífero en Estados Unidos desde que 100 personas murieron en un incendio en 2003 en un club nocturno de Rhode Island.
El fuego se desató antes de la medianoche del viernes en el barrio de Fruitvale en Oakland (California), en un gran edificio que albergaba estudios de artistas y en el que había decenas de personas disfrutando de un concierto de música electrónica.
Como consecuencia de las llamas, el techo del almacén, conocido como "The Oakland Ghost Ship" ("El Barco Fantasma de Oakland"), se hundió, lo que está complicando las labores de los equipos de rescate, que han trabajado durante la pasada madrugada en el lugar del siniestro.
Antes del suceso, los vecinos de la zona se habían quejado numerosas veces acerca del edificio, especialmente en relación con la acumulación de basura y escombros en la calle, reveló este sábado el concejal del distrito, Noel Gallo.
Más de 70 bomberos participaron en la extinción del fuego, que duró unas cuatro horas y se cree que puede llegar a superar el más grave sufrido por Oakland, el de 1991, cuando murieron 25 personas en un incendio declarado en las colinas de la ciudad que arrasó miles de casas.
