La comunidad internacional, especialmente la UE y la OTAN, quiere mantener «los fuertes vínculos» con Estados Unidos, tras la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales. Después de una campaña presidencial en la que el candidato republicano advirtió que de llegar a la presidencia se replantearía algunos aspectos de la política exterior estadounidense, dirigentes europeos y mundiales han destacado la necesidad de colaborar.

No obstante, las capitales europeas no han ocultado su preocupación a tenor de las declaraciones de Trump durante la campaña electoral. De hecho, los ministros de Exteriores de la UE, que tienen prevista una reunión para el próximo lunes sobre el problema migratorio, han sido convocados a una cena de emergencia previa el domingo por la noche para analizar la nueva situación.

Los presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión Europea, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker, abogaron ayer por reforzar la cooperación con Estados Unidos. «La asociación estratégica entre la Unión Europea y los Estados Unidos está enraizada en nuestros valores comunes de libertad, derechos humanos, democracia y en la creencia en la economía de mercado», declararon en un comunicado conjunto.

En una declaración posterior a los medios, Tusk reconoció «incertidumbre sobre el futuro de las relaciones trasatlánticas» y reclamó tomar «como señal de advertencia» los acontecimientos de los últimos días, incidiendo en la necesidad de «devolver el sentido del orden», ya sea en materia de inmigración, seguridad o comercio. Más explícito fue el presidente de la Eurocámara: el socialdemócrata alemán Martin Schulz, quien apostaba por Clinton, admitió el «difícil» momento que afrontan Estados Unidos y la UE, pero confió en que el nuevo presidente norteamericano respete los derechos fundamentales y sea «otro» que el candidato polémico de la campaña.

Con todo, el dirigente europeo más pesimista fue el presidente de Francia, François Hollande, quien consideró que la victoria del candidato republicano «abre un período de incertidumbre», ante el que subrayó que su país debe mostrarse «más fuerte que nunca». La canciller alemana, Angela Merkel, ofreció su «estrecha colaboración» al futuro presidente de EE UU sobre la base de los «valores compartidos» de democracia, libertad y respeto al otro, y recordó que la relación transatlántica es un puntal en la política exterior de su país. Poco antes, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, había admitido que las relaciones con Washington serán a partir de ahora «más difíciles», con un Trump como presidente cuyo comportamiento es aún «imprevisible». Desde Londres, la primera ministra británica, Theresa May, otra de las protagonistas de un año políticamente convulso por el brexit, destacó que el «Reino Unido y EEUU mantienen una relación especial y duradera, basada en los valores de la libertad, la democracia y la iniciativa».

Frente a estos temores de los gobernantes, los líderes de los principales partidos de la ultraderecha europea celebraron la victoria de Trump. La secretaria general del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, ha felicitado al presidente electo y al pueblo estadounidense. El que fue líder del Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, afirmó que «parece que el año 2016 será el año de dos grandes revoluciones políticas». Farage, que desempeñó un papel clave a la hora de persuadir a los británicos para que votaran a favor del brexit, señaló que la decisión de los estadounidenses «puede ser incluso más grande que el 'brexit'».

Geert Wilders, el líder del Partido de la Libertad de Países Bajos, se sumó a las felicitaciones: «El pueblo está recuperando el país», señaló. A la fiesta se sumado también el líder del Partido de la Libertad (FPO) austriaco, Heinz-Christian Strache, que ve en los resultados de Estados Unidos como un «castigo» de los votantes a las políticas de izquierdas y al «ruin 'establishment'», informa la agencia Reuters. Y un portavoz de la formación griega Amanecer Dorado destacó que se trata de «una victoria de las fuerzas que se oponen a la globalización, que combaten contra la inmigración ilegal y que están a favor de Estados étnicamente limpios».

Satisfacción de Putin

Pese a todo, algunos líderes europeos han mostrado su satisfacción tras la victoria de Trump. Si en Europa hay un presidente satisfecho, es Vladimir Putin, que nunca ocultó sus preferencias hacia el republicano, frente a la demócrata Hillary Clinton. «Putin expresó su esperanza de poder trabajar conjuntamente para sacar las relaciones ruso-estadounidenses del estado de crisis, así como para resolver problemas de actualidad de la agenda internacional y buscar respuestas a los retos de la seguridad global», informó el Kremlin.

Peña Nieto admite un «nuevo capítulo» en las relaciones

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, sostuvo ayer un diálogo «amable y respetuoso» con Trump, con el que acordó reunirse «preferentemente» en la etapa de transición y avanzar en un «nuevo capítulo» de la relación bilateral. Trump hizo de la construcción de un muro fronterizo con el vecino del sur y de los ataques a los mexicanos uno de los puntos claves de su campaña.

Incertidumbre en La Habana

El Gobierno cubano guarda silencio tras la victoria de Donald Trump, mientras en la calle los ciudadanos cuestionan hasta qué punto es posible desandar el proceso de normalización diplomática iniciado dos años atrás con Obama. Las autoridades de la isla han manifestado su deseo de que ganara quien ganara, los dos países pudieran seguir avanzando en el proceso de deshielo, también conscientes de que eso solo ocurrirá si el nuevo inquilino de la Casa Blanca está dispuesto a seguir los pasos del presidente Obama. Y Trump se ha pronunciado en contra del giro dado por su antecesor a la política de EE UU hacia la isla.

Teherán insta a respetar el acuerdo nuclear

El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Javad Zarif, instó al futuro presidente de Estados Unidos a respetar el acuerdo nuclear firmado por Teherán con seis grandes potencias internacionales. Durante la campaña electoral, Trump criticó el acuerdo nuclear alcanzado en julio de 2015 entre Irán y China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania. La oposición republicana al presidente estadounidense Barack Obama también fue muy crítica con ese acuerdo.

Indiferencia árabe

Los países árabes han recibido mayoritariamente con indiferencia la victoria del candidato republicano. Los dirigentes han felicitado de forma protocolaria a Trump, conscientes de sus declaraciones en las que calificó de «estúpidas" las guerras en la región. Según los analistas, los árabes son conscientes de que tanto Trump como Clinton tenían intención de distanciarse del intervencionismo en la región.

De momento, el presidente electo invitó ayer mismo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a visitar Estados Unidos en cuando se presente la ocasión.

Estabilidad y equilibrio

China confió en poder trabajar con el nuevo Gobierno de Estados Unidos para mantener «un desarrollo estable y equilibrado» de las relaciones bilaterales.