Las obras de construcción de un muro en la ciudad septentrional francesa de Calais destinado a dificultar el paso de los inmigrantes en tránsito al Reino Unido, comenzaron hoy en medio de fuertes medidas de seguridad.

La estructura, de un kilómetro de largo y cuatro de alto, deberá jalonar buena parte de la carretera que lleva hasta el puerto de Calais y ha sido totalmente financiada por el Reino Unido.

Fuentes del Gobierno francés confirmaron a Efe que este martes se inició el levantamiento del muro de cemento, que será revestido con vegetación, pues ya se acabaron los trabajos previos de preparación iniciados a mediados de agosto.

"Si no hay ningún contratiempo, esperamos tener listo el muro como muy tarde a finales de diciembre", explicaron las fuentes gubernamentales.

Tanto para las autoridades francesas como para las británicas, se trata de proteger la concurrida autopista E-15, conocida como la ruta europea y que une Algeciras (sur de España) con el norte de Escocia.

Esta vía pasa a pocos cientos de metros del gigantesco e improvisado campo de refugiados e inmigrantes que en el último año y medio ha pasado a tener 10.000 habitantes, de países conflictivos, en grave crisis económica o de dictaduras como son los casos de Afganistán, Eritrea, Sudán, Libia, Pakistán, Somalia, Siria o Chad.

Sin apoyo de las autoridades locales

La meta de este polémico muro será impedirles las maniobras que en las últimas semanas se repiten para poder montar de forma clandestina en los camiones que se dirigen a los ferrys que llevan hasta territorio británico.

Las autoridades han comprobado que en las últimas noches los inmigrantes situaban árboles y otros escombros en la carretera para obligar a los camiones a detenerse y poder esconderse en ellos.

Con este muro se pretende evitar estas acciones y dificultar así el paso clandestino al Reino Unido de los inmigrantes que desde hace meses sobreviven en los campamentos de Calais.

La construcción de este muro no cuenta con el respaldo de las autoridades locales de la ciudad, que lo consideran una obra innecesaria si el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, cumple su promesa de desmantelar el campamento de Calais.

Las obras de levantamiento del muro comenzaron un día antes de que el expresidente francés Nicolas Sarkozy, uno de los favoritos para ser el candidato conservador a las presidenciales del año próximo, visite la ciudad.

Además, el actual presidente, el socialista François Hollande, también irá a Calais el próximo lunes.