El Gobierno liberal danés consensuó hoy con varios partidos una reforma de su polémico proyecto para confiscar dinero y objetos de valor a los refugiados con el fin de costear su manutención y excluyó los que tengan un valor afectivo.

La propuesta inicial anunciada hace varios meses autorizaba a las autoridades a registrar las ropas y el equipaje de los refugiados y permitía confiscar objetos o efectivo con un valor superior a las 3.000 coronas danesas (unos 400 euros).

La ministra de Integración, Inger Støjberg, había elevado esa cifra a las 10.000 coronas (1.340 euros) en un borrador presentado el viernes, rechazado por dos de los tres partidos que apoyan al Gobierno liberal en minoría y los socialdemócratas, primera fuerza de la oposición, que pedían dejar fuera los objetos personales.

"La propuesta implica además que objetos con un valor afectivo especial quedan exentos completamente. Pueden ser anillos de boda o de compromiso, retratos familiares, distinciones honoríficas y similares", consta en el texto definitivo adelantado por la televisión pública "DR" y que será votado mañana en el Parlamento.

La medida, que forma parte de un paquete que endurece las condiciones de los solicitantes de asilo, fue respaldada hoy por conservadores, ultranacionalistas y socialdemócratas, con lo que el Gobierno goza de mayoría suficiente para sacarla adelante.

El texto consensuado permite no obstante a la policía confiscar otros objetos sin valor personal que superen las 10.000 coronas, al igual que cantidades en efectivo que excedan esa cifra.

"Nos alegra que la ministra haya cedido. No estamos de acuerdo en que se les pueda quitar a la gente anillos de compromiso u otros objetos con valor afectivo", declaró el portavoz socialdemócrata en política de extranjería e integración, Dan Jørgensen, que había calificado de "indecente" el anterior borrador.

El ultranacionalista Partido Popular Danés, de corte xenófobo y principal fuerza del bloque de centroderecha, aceptó los cambios aunque lamentó que los refugiados, a su entender, tengan más privilegios que los daneses que reciben el subsidio mínimo.

El primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen, había calificado esta mañana el plan de su Gobierno de "la propuesta de ley más malinterpretada de la historia de Dinamarca".

"La medida trata básicamente de que en una sociedad como la danesa, donde hay derechos universales, uno tiene que arreglárselas por sí mismo como punto de partida y, si no puede, recibe ayuda", dijo Rasmussen, tachando de "erróneo" que un solicitante de asilo no tuviera que pagar nada independientemente de sus bienes.

El plan inicial del Gobierno danés llegó a ser comparado por algunos críticos con las prácticas nazis y motivó la salida del partido el mes pasado del eurodiputado Jens Rohde.