Uno de los dirigentes rebeldes más importantes de Siria, Zahran Alush, líder del Ejército del Islam, falleció en un ataque en el extrarradio de Damasco, según informaron activistas, en un duro golpe para los insurgentes.

Las circunstancias y el momento en que murió Alush son todavía confusos.

Fuentes de alto rango del Ejército del Islam, citadas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, precisaron que Alush perdió la vida junto a otros cinco cabecillas del grupo, uno de ellos su responsable de seguridad, y ocho milicianos en un bombardeo contra una reunión que mantenían en la zona de Al March, en Guta Oriental.

Se desconoce si el ataque aéreo fue llevado a cabo por aviones del régimen sirio o de Rusia.

El bombardeo también ocasionó varios heridos entre los combatientes de la organización, algunos de ellos graves.

Según esas fuentes, el ataque se produjo cuando Alush se entrevistaba con otros responsables del Ejército del Islam para preparar un ataque contra posiciones del grupo chií libanés Hizbulá y de las fuerzas del régimen.

Sin embargo, otras fuentes aseguraron al Observatorio que el cabecilla opositor pereció este jueves por el impacto de cuatro cohetes durante un encuentro de líderes de la facción armada en un área ubicada entre las localidades de Saqba y Duma, en Guta Oriental.

El Ejército del Islam, por el momento, no ha confirmado el fallecimiento de su líder.

No obstante, el presidente de la principal alianza política opositora, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Jaled Joya, anunció la muerte de Alush en su página de Facebook e hizo un llamamiento a las facciones en Guta Oriental para "unir sus manos y concluir su misión".

Además, simpatizantes de los opositores en Twitter publicaron un vídeo con el presunto cadáver de Alush envuelto en una mortaja y velado por sus seguidores.

Alush, nacido en 1971, era uno de los líderes rebeldes más conocidos en el territorio sirio y su organización armada es una de las más poderosas allí.

Su base principal es la ciudad de Duma, la mayor urbe del Guta Oriental, el bastión más importante de los insurgentes en el extrarradio damasceno, aunque también opera en otras partes de Siria.

Pese a que en la batalla el Ejército del Islam ha luchado en numerosas ocasiones junto al Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda-, como lo está haciendo actualmente en las provincia de Hama y Latakia, en el centro y noroeste respectivamente, Alush siempre se desmarcó ideológicamente de este grupo y del Estado Islámico (EI).

Frente a las visiones más radicales de esas dos organizaciones, Alush defendía una interpretación más moderada del islam.

Las autoridades sirias acusan a su facción de ser la principal autora de disparos de cohetes desde Guta Oriental contra el centro de Damasco.

Asimismo, activistas y familiares responsabilizaban a Alush del secuestro de la prominente defensora de los Derechos Humanos Razan Zeitune, junto a tres de sus compañeros, hace dos años en Duma.

Zeitune fue raptada por un grupo armado desconocido que irrumpió en las oficinas de la organización que dirigía, el Centro de Documentación de Violaciones. Sus parientes y activistas culpaban a Alush, porque su organización es la más poderosa en Duma y, por tanto, alegan, era la encargada de garantizar la seguridad allí.

El fallecimiento de este cabecilla opositor supone un duro golpe para los rebeldes en un momento en el que cada bando del conflicto está tratando de avanzar sobre el terreno de cara a posibles negociaciones entre las autoridades y los opositores en enero.

En las últimas semanas, se han intensificado los enfrentamientos en la zona de Al March en Guta Oriental, mientras que por la periferia suroccidental de Damasco, en Guta Occidental, el Ejército sirio ha incrementado los bombardeos en la población de Daraya.

En paralelo, se espera de un momento a otro la entrada en vigor de un acuerdo no anunciado oficialmente para la evacuación de heridos, civiles y combatientes del grupo terrorista Estado Islámico (EI) de los distritos de Al Qadam, Al Hayar al Asuad y del campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk, en el sur de la capital siria.

Se trataría de un acuerdo inédito entre las autoridades y el EI que pacificaría una amplia superficie del sur de Damasco.