El primer ministro británico, David Cameron, apeló este a la seguridad nacional para pedir a los diputados que den luz verde a los bombardeos contra el EI en Siria a fin de "golpear en el corazón" de esta organización terrorista.

El jefe del Gobierno dio a conocer hoy una amplia estrategia, política y militar, para combatir la amenaza del Estado Islámico (EI) tras los atentados de París, y sostuvo que su plan es "alcanzable" aunque requerirá "paciencia y perseverancia".

"Si no es ahora, ¿cuándo?", preguntó Cameron a los diputados en la Cámara de los Comunes, después de remitir al Comité de Exteriores del Parlamento un plan de 36 páginas destinado a derrocar al grupo terrorista al tiempo que se trabaja para apoyar una transición política en Siria que acabe con la violencia civil.

En su extensa declaración, el primer ministro argumentó que hay una justificación legal para ampliar los bombardeos británicos contra el EI de Irak a Siria, por razones de seguridad nacional y por el voto en el Consejo de Seguridad de la ONU de la semana pasada a favor de que sus miembros combatan a los yihadistas.

Cameron reconoció que los ataques aéreos no destruirán al EI, pero aseguró que ayudarán a disminuir su capacidad logística y serán parte vital de la estrategia contra la organización.

El líder conservador busca convencer a los diputados para que respalden los bombardeos en Siria, aunque sólo pedirá la votación si está seguro de ganarla porque considera que una derrota será un "golpe de publicidad" para los seguidores del EI.

"El asesoramiento militar, la recomendación diplomática y de seguridad dicen que los riesgos de una falta de acción son mayores", explicó Cameron, cuyos argumentos fueron recibidos con cautela por el Partido Laborista, primero de la oposición.

El líder laborista, Jeremy Corbyn, más partidario de una solución política en Siria, le preguntó a Cameron si, a la luz de las conocidas consecuencias de intervenciones en países como Irak o Libia, los bombardeos podrían traer consigo "consecuencias".

Corbyn le interpeló también sobre si los bombardeos pueden "reducir o incrementar" la amenaza o si se "extenderá la campaña terrorista".

En su declaración en los Comunes, el primer ministro rechazó que el Reino Unido pueda ser víctima de atentados similares a los de París si finalmente se une a los bombardeos porque, explicó, la amenaza contra su país es ya de por sí "muy alta".

Según afirmó, en los últimos doce meses las fuerzas de seguridad británicas han frustrado no menos de siete atentados terroristas, vinculados directamente al EI o sus simpatizantes.

"Una cosa es clara. La amenaza contra nuestros intereses y nuestra gente es tal que no nos podemos permitir quedarnos a un lado y no actuar", insistió el primer ministro.

"La única manera de lidiar con esta realidad es atendiendo la amenaza que afrontamos y hacerlo ahora", agregó Cameron.

No obstante, consideró que la lucha contra los yihadistas del EI sólo quedará completada una vez que haya un nuevo Gobierno sirio sin Bachar al Asad y que sea representativo de toda la población siria.

"La razón para actuar es la amenaza muy directa que el EI supone para nuestro país y nuestra forma de vida. Ellos ya han matado a rehenes británicos" el pasado mes de junio en la localidad tunecina de Susa, "el peor ataque terrorista contra los británicos desde el 7-J (los ataques de Londres del 7 de julio de 2005)", agregó el primer ministro.

"No tengo duda de que es de interés nacional detenerles. Y detenerles significa tomar medidas en Siria porque es en Al Raqa donde (el EI) tiene su sede", insistió.

Cameron, que esta semana se reunió con el presidente francés François Hollande, argumenta que la serie de atentados perpetrados el pasado día 13 en París, en los que al menos 130 personas murieron, hace necesario acelerar la decisión sobre los bombardeos.