Los rusos están ya más que acostumbrados a las aventuras de su presidente, Vladímir Putin, que incluyen este verano la inmersión en el fondo del mar Báltico a bordo de un batiscafo, pero la pesca en Siberia de un lucio de 21 kilos desafió la imaginación de los más crédulos.

"Yo vi personalmente la báscula y estuve presente cuando fue pesado. Efectivamente, pesaba más de 20 kilos", afirmó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ante las dudas planteadas por los internautas y blogueros.

Cada verano, una vez que los diputados concluyen sus acalorados debates en la Duma e inician su receso estival, y los ministros se van de vacaciones, Putin se lanza a la aventura, normalmente en lugares inhóspitos de Siberia o el Lejano Oriente.

No hay profesión que se le resista, sea la de ballenero, naturalista, explorador, submarinista, arqueólogo, tractorista, segador, motero, bombero, piloto de hidroaviones o cazador.

El Kremlin parece convencido de que las imágenes de Putin en medio de la naturaleza indómita en los noticiarios de la televisión pública y las portadas de los periódicos refuerzan su popularidad entre los rusos.

Recurrente es ya ver cada verano a Putin, un amante de la naturaleza y del deporte al aire libre, pescando o cabalgando a pecho descubierto, a sus 60 años, reflejo de su impecable forma física.

En esta ocasión, el jefe del Kremlin optó por la pesca en un idílico lago de la república siberiana de Tuva, limítrofe con Mongolia, sin presencia de la prensa, pero ni aún así pudo eludir la polémica.

El Kremlin informó de que el presidente había capturado por su cuenta y riesgo un lucio de 21 kilos de peso, pieza que llamó la atención de los guardabosques locales, que no habían visto nunca nada igual por esos lares.

"Lo reconozco, este es mi primer lucio de este tamaño. Lo atrapé, pero no tragó el anzuelo, por lo que tenía miedo de tirar demasiado fuerte y que se rompiera el labio", aseguró Putin, citado por las agencias locales.

Los guardabosques que acompañaron al líder ruso en su jornada de pesca en el lago Tokpak-Jol le advirtieron de que el lucio puede morder, a lo que Putin respondió: "Yo mismo le voy a morder".

"Putin tiró de él más de 30 minutos. Con el pescado cocinaron unas croquetas muy sabrosas", señaló Peskov, quien reconoció que durante largo rato el presidente no logró que los peces mordieran el anzuelo.

No obstante, la foto despertó las dudas de los blogueros, ya que guarda una sospechosa similitud -el presidente lleva la misma ropa y el mismo reloj- con otra tomada en 2007 en la misma región siberiana.

Peskov, funcionario acostumbrado a los malabarismos idiomáticos, tuvo que salir al paso de las sospechas.

"Comprendo a los blogueros. Es verano y no tienen nada que hacer. Pero no tienen razón. En cuanto a la ropa, no era ropa vieja, sino nueva", replicó.

Los internautas aguaron la campaña de relaciones públicas del Kremlin al poner en duda la autenticidad del peso del lucio y lo compararon con otras piezas realmente gigantes capturadas por pescadores aficionados.

El resultado es que los blogueros creen que el pez en cuestión no pesaba más de 10-12 kilos, e incluso el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, que acompañó a Putin, estimó que el lucio pesaba entre 11 y 15 kilos.

Los internautas rusos no andan cortos de ingenio y concluyeron que quien pesó al pobre pez es el jefe de la Comisión Electoral Central, Vladímir Chúrov, al que la oposición acusa de manipular los resultados de los comicios parlamentarios de 2011 en favor del partido del Kremlin.

Ante la ausencia de periodistas que puedan corroborar la veracidad de la noticia, Peskov explicó que normalmente los reporteros no son invitados a las vacaciones del presidente.

En 2011, otra de las aventuras a lo desconocido de Putin también acabó en polémica, ya que el Kremlin hizo creer a la opinión pública que el líder ruso había encontrado bajo las aguas del mar Negro dos ánforas de la antigua ciudad griega de Fanagoria.

"¡Tesoro! El jefe de la expedición dice que son del siglo VI después de Cristo", dijo el dirigente ruso sonriente con las dos mohosas vasijas en la mano dirigiéndose a los numerosos periodistas congregados en la orilla.

Posteriormente se supo por la prensa local que las ánforas habían sido colocadas especialmente en ese yacimiento arqueológico submarino conocido como la Atlántida rusa, situado frente a la península de Crimea.

A mediados de julio, Putin se sumergió a bordo de un batiscafo en las aguas del golfo de Finlandia, región de Leningrado, para ver el buque de vela "Oleg" hundido en 1869 y que se encuentra en perfecto estado.

Esa fue la segunda vez que Putin se sumergía en el agua en un batiscafo, ya que en agosto de 2009, cuando era primer ministro, descendió 1.395 metros al fondo del lago siberiano Baikal, el más profundo del planeta.