Hasan Rohani, un clérigo chií con un largo historial revolucionario, se ha convertido, por sorpresa, en el presidente de Irán en la primera vuelta de las elecciones celebrada este viernes, como candidato de consenso del sector reformista moderado del régimen islámico.

Con unos comicios planteados por los dirigentes del régimen como una batalla entre ultraconservadores islámicos, las posibilidades de Rohani se consideraban muy escasas y su pretensión, en principio, era estar presente en una segunda vuelta, para tratar de aglutinar a los desencantados y a electores ajenos al sistema.

Finalmente, desde los primeros momentos del escrutinio, Rohani se colocó en cabeza con poco más del 50 por ciento de los votos y, finalmente, se impuso a cuatro adversarios ultraconservadores y un tecnócrata con 18.613.329 votos.

En las votaciones para las presidenciales de este viernes, se emitieron 36.704.156 votos, de los que 35.458.747 han sido validos, lo que representa una participación del 72,7 por ciento, según ha informado el ministro del Interior, Mostafa Mohamed Nayar.

Nacido el 12 de noviembre de 1948 en la ciudad de Sorje, en la provincia norteña de Semnan, a los trece años ingresó en un centro religioso musulmán de su provincia y, posteriormente, se traslado a Qom, donde se encuentran los principales seminarios del Islám chií, según explica su web oficial.

Rohani, considerado un pragmático cercano al ex presidente reformista moderado Akbar Hashemi Rafsanyani, también ha gozado de una buena relación con el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, con el que ha colaborado desde la época de la guerra con Irak, de 1980 a 1988.

A partir de 1969, diez años antes de la Revolución Islámica encabezada por el ayatolá Ruhola Jomeini, compaginó los estudios religiosos con los laicos en la Universidad de Teherán y, en 1972, obtuvo una licenciatura en Derecho en la capital del país.

Rohani fue seguidor del ayatolá Jomeini desde joven y, con sólo 17 años, en 1965, empezó a recorrer Irán para realizar una campaña en contra del sha Mohamed Reza Palevi, que gobernaba el país de forma dictatorial, por lo que fue fichado como sedicioso por la Policía Política de aquel régimen, la Savak.

En 1977, dos años antes de la Revolución, fue el primero en dar a Jomeini el título de Imán, con lo que le reconocía la máxima autoridad en el Islám chií duodecimalista que rige en Irán, en un sermón en la mezquita del Gran Bazar de Teherán, un centro de comercio milenario y tradicionalmente religioso y conservador.

Tras ese sermón, se vio de nuevo perseguido por la Savak y, por recomendación de algunos destacados clérigos, escapó del país y se refugió en el Reino Unido, donde realizó un máster en Derecho Constitucional en la Universidad de Glasgow Caledonia.

Su regreso a Irán se produjo al tiempo que el del ayatolá Jomeini, a principios de 1979, y a partir de ese momento ocupó numerosos cargos, tanto en el mando militar de la guerra contra Irak como en la vida política del país.

Desde el años 1980 hasta el 2000 fue parlamentario, también ha estado en la Asamblea Consultiva y es miembro del Consejo del Discernimiento, donde dirige el Centro de Estudios Estratégicos de Irán.

Durante la guerra con Irak, de 1980 a 1988, tuvo diferentes cargos y estuvo seis años en el Consejo Superior de la Defensa, junto a Jamenei y Rafsanyani, este último convertido en su mentor, y dirigió la Defensa Aérea de Irán.

Desde 1989 hasta 2005, Rohani, bajo los gobiernos reformistas de los ex presidente Rafsanyani y Mohamed Jatami, ocupó la secretaría del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y, los dos últimos años, fue el encargado de la negociación internacional sobre la cuestión nuclear de Irán.

A partir de 2003, en el enfrentamiento que se produjo entre Irán y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rohani dirigió las negociaciones internacionales y llegó a acordar medidas de confianza y cesar algunas actividades del programa nuclear iraní, con lo que se calmaron las aguas en la escena exterior.

En estas elecciones, Rohani ha sido el candidato único de consenso de los reformistas moderados, apoyado por los ex presidentes del mismo signo Akbar Hashemi Rafsanyani y Mohamed Jatami, tras la renuncia del otro aspirante de su campo, Mohamad Reza Aref.

Rohani está casado y tuvo tres hijos, de los que uno falleció, y dos hijas.