Al menos nueve civiles murieron este martes y decenas resultaron heridos en una ofensiva de las fuerzas de seguridad sirias en varios puntos del país, según los grupos opositores.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó en una nota de la muerte de seis personas en Homs, en el centro del país, de otra en Deraa (sur) y de otras dos en la provincia septentrional de Idleb.

En Homs, las operaciones de las fuerzas de seguridad se centraron en los barrios de Al Bayada, donde fallecieron cuatro personas, y Al Jalediya, donde perdieron la vida dos y cerca de treinta resultaron heridas.

Las redadas en Al Bayada fueron llevadas a cabo después de que militares desertores, que apoyan a los opositores al régimen de Bachar al Asad, incendiaran un tanque y se produjera una explosión en un vehículo blindado.

Por su parte, los Comités de Coordinación Local confirmaron tres víctimas en Al Bayada y denunciaron que también se escuchan disparos y explosiones en el barrio de Baba Amro y en la localidad de Al Rastan, ambos en Homs.

Al Rastan ha sido escenario hoy de una amplia operación de las fuerzas militares y policiales, que irrumpieron en la ciudad con decenas de tanques, y que se ha saldado con una veintena de heridos, varios de ellos graves.

En cuanto a la ofensiva en la provincia de Deraa, el Observatorio indicó que un civil falleció y otros cinco resultaron heridos en una redada efectuada por fuerzas de seguridad, que se desarrolló esta madrugada en la localidad de Tafas.

Además, dos civiles murieron durante una persecución policial en la localidad de Kafer Ruma, en la provincia de Idleb, cerca de la zona de Yabal Zauiya, que en los últimos días ha sido objeto de la represión de las fuerzas del régimen de Al Asad.

Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente por las restricciones que las autoridades sirias han impuesto a los periodistas para trabajar.

Desde que comenzaran las protestas a mediados de marzo pasado, la represión siria se ha cobrado la vida de al menos 2.700 personas, de las que un centenar son niños, según las últimas cifras ofrecidas por la ONU.