La canciller alemana, Angela Merkel, afronta otro reto electoral este domingo en la ciudad-estado de Berlín con unos pronósticos que vaticinan un nuevo batacazo de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU). De ser así, supondría la sexta derrota en comicios regionales de la formación que lidera la mandataria germana.

Los últimos sondeos publicados otorgan una distancia de al menos nueve puntos porcentuales al Partido Socialdemócrata (SPD), con el 31 por ciento de los votos, respecto a la CDU, con el 22 por ciento. De esta forma, los socialistas revalidarán el gobierno de Berlín de la mano de Los Verdes o La Izquierda.

Sin embargo, el panorama político en la capital germana puede deparar peores consecuencias si el miembro de la coalición de Gobierno en Alemania, el Partido Liberal Demócrata (FDP), no supera el cinco por ciento mínimo para obtener representación en la asamblea.

Si así fuera, el FDP encadenaría cinco derrotas de este calibre en las siete elecciones regionales celebradas este año. Por el momento, los sondeos dan a los liberaldemócratas el dos por ciento de los votos.

No obstante, estos comicios en Berlín también pueden ser escenario de otro golpe de efecto en el panorama político nacional. El Partido Pirata, la división alemana de la formación sueca fundada hace cinco años, abanderada de la reforma del copyright y de una mayor privacidad en Internet, cuenta con un respaldo del nueve por ciento, de acuerdo con las últimas encuestas, lo que supondría su entrada en la asamblea estatal de Berlín.

De confirmarse estas previsiones, el candidato del SPD, Klaus Wowereit, que ha confesado públicamente su homosexualidad, resultaría elegido por tercera ocasión consecutiva en la capital alemana, de 3,4 millones de habitantes.

Una abultada victoria en estos comicios, además de apuntalar el ascenso electoral de los socialistas en el ámbito nacional, también podría impulsar su candidatura para las legislativas de 2013 y competir con Merkel para la Cancillería.

Sin embargo, Wowereit, en todos los supuestos, se verá obligado a formar una coalición de Gobierno en Berlín o bien junto con Los Verdes, que según los sondeos obtendrá el 18 por ciento de los votos, o con La Izquierda, los aliados de los socialistas en el gobierno local desde hace diez años, que podrían recibir el once por ciento de los votos.

Esta jornada electoral se ha visto alterada por una ola de ataques nocturnos, que ha acabado con más de 530 vehículos calcinados.

En clave nacional, el partido de Merkel pasa por un momento de divisiones y tensión a causa del rescate financiero a Grecia, y la impopularidad de la canciller en algunos sectores de la sociedad germana. Por su parte, el SPD busca reafirmar su ascenso político tanto a nivel regional como nacional, tras las dos últimas e importantes victorias en los 'länder' de Baden-Wuerttemberg y Renania-Pomerania.

En cambio, Los Verdes han sufrido un retroceso en las encuestas durante las últimas semanas y una victoria sobre La Izquierda que le diera la llave para entrar en el gobierno de Berlín reanimaría la tendencia alcista que ha mantenido a lo largo de todo el año, en gran parte, impulsada por la ola de escepticismo surgida a raíz del accidente de la central nuclear de Fukushima (Japón) el pasado 11 de marzo tras un terremoto y posterior tsunami.