Las delegaciones de Estados Unidos, de Israel y de los 27 países de la Unión Europea (UE) abandonaron hoy el pleno de la Asamblea General de la ONU durante el discurso del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, que fue muy crítico con Washington.

Ahmadineyad calificó a Estados Unidos y a las demás potencias occidentales, incluyendo a Israel, de "poderes arrogantes", y los acusó de defender los totalitarismos y de ser los causantes de las desigualdades sociales y de la recesión económica global.

Después de las palabras "inaceptables del presidente iraní Ahmadineyad en la tribuna de la Asamblea General de Naciones Unidas, Francia y sus socios europeos han abandonado el pleno", dijeron diplomáticos franceses.

Otras fuentes diplomáticas europeas dijeron a Efe que "había un acuerdo para levantarse y salir de la sala si (Ahmadineyad) cruzaba alguna línea roja, como ocurrió cuando negó la existencia del estado de Israel".

Lo mismo hizo la delegación estadounidense cuando escuchó que el presidente iraní acusaba a Washington de haber utilizado los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que calificó de "misteriosos", para lanzar las guerras de Irak y Afganistán.

"Cuando el año pasado investigaron los elementos ocultos del 11S, mi país y yo fuimos presionados y amenazados por el Gobierno de Estados Unidos", agregó, al tiempo que señaló que "en vez de designar un equipo investigador, mataron a su principal atacante y arrojaron su cuerpo al mar", en referencia a la muerte del instigador de esos ataques y líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

Sin mencionar a Estados Unidos, Ahmadineyad evocó su pasado esclavista y le acusó de haber "impuesto el colonialismo durante décadas", desencadenado los grandes conflictos del siglo XX, desde las guerras mundiales a las de Corea y Vietnam, e "impuesto el sionismo".

Sus acusaciones incluyeron también a los países europeos, de los que dijo que junto a EEUU eran responsables de la recesión económica mundial.

"La mayoría de los gobiernos y naciones del mundo no han tenido papel alguno en las actuales crisis económicas globales y son víctimas de esas políticas", señaló.

Ahmadineyad arremetió contra los países europeos al señalar que "en algunos de ellos, y después de seis décadas, todavía utilizan el Holocausto como excusa para pagar a los sionistas", y consideró que más bien "deberían ser los maestros de la esclavitud y los poderes coloniales los que pagarán reparaciones a las naciones afectadas".

Por su parte, el portavoz de la misión de EEUU ante la ONU, Mark Kornblau, señaló que cuando "Ahmadineyad tenía la posibilidad de abordar las aspiraciones de libertad y dignidad de su propio pueblo, ha preferido hacer sus horrendos comentarios antisemitas y hablar de sus despreciables teorías de la conspiración".

"Mientras Ahmadineyad hablaba desde el podio de la ONU, la disidencia es aplastada sin compasión en Irán y los derechos básicos que millones de personas piden en el mundo árabe les son negados a los iraníes", afirmó Philippe Bolopion, responsable de Naciones Unidas en la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

Bolopion opinó que "los líderes mundiales se deberían tomar esos comentarios como una gota de agua procediendo de un líder que no ha dicho nada de la ejecución el miércoles en su país de un joven de 17 años".

Las autoridades iraníes ahorcaron el miércoles en público en la ciudad de Karaj, al oeste de Teherán, a un joven condenado por el asesinato de Ruholah Dadashi, un culturista local famoso, y a la ejecución asistieron más de diez mil personas.

Según datos de la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, Irán es, con más de 300 ahorcamientos al año, el segundo país del mundo que más ejecuciones realiza, sólo por detrás de China y por delante de Arabia Saudí y Estados Unidos.