Al menos 23 personas han muerto y otras 40 han resultado heridas en el doble atentado suicida ocurrido este miércoles en la ciudad paquistaní de Quetta, en el nororoeste del país, que tenía como objetivo a un general de brigada paramilitar y que ha sido aparentemente una venganza por la captura esta semana de un importante líder de Al Qaeda, según un responsable de seguridad.

Según el director de operaciones de la Policía, Hamid Shakil, citado por la cadena GEO, uno de los terroristas hizo explotar su coche cargado de explosivos a la entrada de la residencia del 'número dos' del Cuerpo de Fronteras en Quetta, antes de que un segundo asaltante se inmolara en el interior de la vivienda.

Entre las 23 víctimas mortales figuran tres miembros de esta fuerza paramilitar, la mujer del responsable objetivo del atentado, Farruj Shehzad, y dos de sus hijos, mientras que hay al menos otros 40 heridos, entre ellos el 'número dos' del Cuerpo de Fronteras.

La residencia del subdirector general se encuentra cerca de otros edificios gubernamentales y residencias oficiales en Quetta, incluida las residencias del gobernador y del ministro principal.

Por el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría pero los talibán paquistaníes, muy próximos a Al Qaeda, a menudo llevan a cabo este tipo de atentados. Este lunes las autoridades paquistaníes anunciaron la captura de Yunis al Mauritani, un dirigente de Al Qaeda detrás de la preparación de atentados contra objetivos estadounidenses y occidentales.

El Cuerpo de Fronteras, una fuerza paramilitar, participó en la captura de Al Mauritani, precisamente en Quetta, junto con la agencia de espionaje militar.

"Este ataque tiene todas las huellas de los talibán. Parece ser una venganza por el arresto de Al Mauritani", ha señalado un alto responsable de seguridad a Reuters.