Nueve personas -seis militares y tres civiles- han muerto a causa de una emboscada que les tendió este domingo "un grupo terrorista armado" cerca de la ciudad de Mharda, en el noroeste de Siria, según ha informado este lunes la agencia de noticias oficial siria, SANA, que cita a una fuente del Ejército.

Según esta fuente, los atacantes dispararon sus metralletas contra un autobús del Ejército en el que viajaban militares y empleados civiles que trabajaban en un centro de mantenimiento. Un total de 17 personas resultaron heridas y algunas de ellas se encuentran en estado grave.

Los atacantes huyeron y fueron perseguidos por una patrulla de las fuerzas de seguridad por carretera. Después, éstas se enfrentaron a cuatro de ellos, que estaban usando una camioneta que robaron el sábado en la localidad de Saraqeb, en la provincia de Idlib. Mharda se encuentra en la provincia de Hama, al sur de Idlib.

Durante el enfrentamiento, un miembro de las fuerzas de seguridad resultó herido, tres "criminales" murieron y el cuarto sufrió heridas graves, según la fuente consultada por SANA, que ha añadido que en el interior de la camioneta robada había cuatro fusiles de asalto AK-47 y una gran cantidad de granadas, explosivos y material médico.

Varios de los soldados que resultaron heridos en la emboscada han contado los hechos a la televisión siria. Otra de las personas heridas, Kais Wannous, ha declarado a SANA que fueron atacados por más de 25 individuos armados que estaban ocultos entre unos árboles.

Otro de los supervivientes, Ibrahim Mohamad al Abbas, ha afirmado que, cuando comenzaron los disparos, pensó que "iba a morir a manos de quienes dicen pedir libertad y democracia cuando ellos no son más que asesinos y criminales".

El Gobierno sirio ha recurrido al Ejército y a sus carros de combate para aplastar las manifestaciones en favor de la democracia y en contra del presidente, Bashar al Assad, que comenzaron hace más de cinco meses y en las que han muerto al menos 2.200 manifestantes según la ONU. Al Assad insiste en que lucha contra personas implicadas en un complot extranjero para dividir a los sirios.