La erupción del volcán Grímsvötn, el más activo de Islandia, mantendrá cerrado este lunes el principal aeropuerto de la isla, mientras los países europeos vigilan la nube de cenizas ante el temor de que afecte a sus espacios aéreos.

Los expertos creen que es difícil que se produzca el caos aéreo del pasado año cuando se cerró durante seis días gran parte del espacio aéreo europeo, aunque las aerolíneas han advertido de que la nueva nueve podría dispersarse.

Las zonas más afectadas son el sur y el este de Islandia, donde el día se ha convertido casi en noche con la caída de la nube de cenizas, que se está extendiendo hacia la capital, Reikiavik, mientras que la autoridad responsable de la aviación civil de la isla anunció el domingo a última hora de que este lunes seguiría cerrado el espacio aéreo.

La principal aerolínea de Islandia, Icelandair, explicó el domingo que sus operaciones se mantendrían canceladas este lunes y que unos 6.000 usuarios se verían afectados en estos dos días.

Grímsvötn está debajo del glaciar Vatnajokull, el mayor de Europa, en el sureste de la isla. Las zonas del sur al glaciar se encuentran cubiertos de cenizas y el sol ha estado bloqueado durante varias horas.

Eurocontrol, la organización que vigila el tráfico aéreo en Europa, anunció en su página web que la nube podría extenderse hacia el sur. "Se espera que la nube de ceniza alcance el norte de Escocia el jueves 24 de mayo. Si las emisiones volcánicas continúan con la misma intensidad, la nube podría llegar hasta la parte oeste de Francia y el norte de España el jueves 26 de mayo", explicó.

Esta agencia, que tiene una unidad de crisis tras las críticas de que la descoordinación había empeorado el cierre del espacio aéreo el pasado año, indicó que no se espera que se cierre ningún espacio aéreo en Europa el lunes o el martes a parte de Islandia.

La agencia meteorológica islandesa señaló que la columna de humo del Grímsvötn, que eruptó la última vez en 2004, ya no es tan alta como en las primeras horas de la erupción, que llegó hasta los 25 kilómetros de altura. "Se ha mantenido estable toda la noche por debajo de los diez kilómetros", explicó el meteorólogo de la oficina Teitur Arason, que indicó que el viento está extendiendo las cenizas en todas direcciones.

"El viento es otra historia. Los vientos de altura, por encima de los 7.600 metros, tienen dirección sureste, por lo que las cenizas van al norte y después al este", comentó. "Pero en las zonas bajas, los vientos van al norte y después se dirigen al sur", añadió.

Varios expertos aseguran que el impacto sobre el espacio aéreo europeo será menor que el año pasado debido a que los vientos son más favorables, el contenido de la columna de humo es más pesado y por lo tanto tiene menos probabilidades de que se disperse, y las autoridades han elevado el nivel de cenizas permitido para realizar vuelos.