"¡Bonito culo!", le dijo el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, a una de las azafatas del avión en el que tenía previsto viajar a París poco antes de su detención, según relató hoy el diario galo "Le Point".

"Quel beau c..l!", transcribe ese medio, que destaca que ese piropo, lanzado en voz alta y delante de otros miembros del personal de vuelo, fue al parecer "la última frase" pronunciada por el dirigente antes de que dos policías entraran en el avión para detenerle.

Los dos agentes, según el relato de la detención, le "invitaron" a abandonar su asiento en la clase Business al parecer con la intención de decirle "algo confidencial", por lo que Strauss-Kahn les siguió sin reticencia aparente.

Strauss-Kahn había avisado a la tripulación de que necesitaba recuperar su teléfono móvil, olvidado en la habitación del hotel en el que se alojaba en Nueva York, y el comandante le había advertido de que si el teléfono no llegaba en los siguientes minutos no iba a poder retener más tiempo el avión.

Esa fue la razón por la que supuestamente a nadie le extrañó la llegada de la pareja de policías preguntando por el hasta entonces director gerente del FMI, que dimitió hoy tras las acusaciones de intento de violación que pesan sobre él.

Un incidente podría sin embargo haberles hecho pensar que sucedía algo extraño: minutos antes de que DSK, tal y como se le conoce en Francia, fuera sacado del avión, se cortó la cobertura de todos los teléfonos móviles, lo que según la hipótesis de "Le Point" se provocó para evitar que alguien le avisara de su inminente detención.