La empleada del hotel neoyorquino que denunció al director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, conocía que el economista y político francés era una personalidad importante, según el diario galo "Le Figaro".

El rotativo destaca en su edición digital que la dirección de ese establecimiento había colocado una foto de Strauss-Kahn en el local en el que se cambian los empleados con el objetivo de alertarles de que se trataba de una persona destacable.

Así lo recoge con declaraciones de una limpiadora de habitaciones de ese centro, que dice no conocer a Strauss-Kahn ni su cargo al frente del FMI, pero sí que era un "VIP (very important people)" de origen francés, porque se había difundido su fotografía antes de su llegada.

"Le Figaro" indican además que la presunta víctima, una inmigrante africana de 32 años, procedente de Guinea, madre soltera de una adolescente y residente en el Bronx, se hace llamar Ofelia pero su verdadero nombre es Nafisatu Dialo.

La mujer, francófona y de cerca de 1,80 metros de estatura, según el rotativo, se mudó a Nueva York el invierno pasado y posee un permiso permanente de residencia en Estados Unidos, en donde al parecer vive en un bloque modesto de apartamentos.

La primera persona a la que llamó después de la presunta agresión, según añadió la emisora "Europe 1", fue a su hermano, al que al parecer le dijo, sin parar de llorar, que le había pasado "algo grave".

El hombre, que desmiente que Dialo supiera que se trataba de Strauss-Kahn y que dice que "jamás la había escuchado" en ese estado, precisó a la cadena que su hermana "es una buena musulmana" y que desde que se desató el escándalo ha sido enviada "a un lugar secreto" de Nueva York.

Strauss-Kahn, por su parte, se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Rikers Island de la ciudad, donde permanecerá al menos hasta este viernes, fecha de su próxima vista ante los tribunales.

La juez del tribunal neoyorquino que lleva el caso, Melissa Jackson, denegó este lunes la petición de libertad bajo fianza de un millón de dólares solicitada por la defensa, por considerar que podría fugarse del país.