El enviado de EEUU para Oriente Medio, George Mitchell, que lidera desde 2009 los infructuosos esfuerzos de Washington para reanudar las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, dejará su cargo en las próximas horas, según sugirió hoy un portavoz oficial.

Preguntado sobre la renuncia de Mitchell, filtrada a primera hora de hoy a la prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no quiso anunciar directamente su marcha pero indicó que su salida demuestra "lo difícil" que es encontrar una solución al conflicto.

Carney afirmó que, pese a la marcha de Mitchell, Obama continúa "tan comprometido como el primer día con el proceso de paz" en Oriente Medio.

Se espera que el presidente de EEUU, Barack Obama, anuncie oficialmente en un comunicado la salida de Mitchell a lo largo del día, en el que se darán a conocer los detalles concretos.

Designado para el puesto el 22 de enero de 2009, Mitchell había jugado ya un papel clave en el logro del acuerdo de paz en Irlanda del Norte en 1998 y actuó también como mediador de la administración del presidente George W. Bush en Oriente Medio.

El exsenador, de 77 años, se ha pasado la mayor parte de los dos últimos años tratando de convencer a israelíes y palestinos para que reanuden el estancado proceso de paz.

Sus esfuerzos perdieron intensidad durante los últimos meses debido al distanciamiento de los dos bandos involucrados en el conflicto.

La noticia de su posible renuncia llega poco antes de la visita a Washington del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se reunirá el próximo viernes con el presidente Obama y quien tiene previsto pronunciar el día 24 un discurso ante el Congreso de EEUU donde podría exponer sus propuestas para relanzar el proceso de paz.

Por su parte, Obama, que el día 17 se reunirá con el rey Abdalá de Jordania en la Casa Blanca, emitirá el jueves próximo un esperado discurso sobre Oriente Medio en el que hará referencia a los procesos de agitación civil en la región y en el norte de África.

Carney adelantó hoy que será un "discurso bastante exhaustivo y abarcador sobre lo que hemos tenido el privilegio de presenciar desde enero", cuando comenzaron las primeras manifestaciones para reclamar más democracia en Túnez y en Egipto.

Pese a ello, no se espera que en su discurso plantee nuevas propuestas para destrabar el proceso de paz entre israelíes y palestinos.