Apenas unas horas después de que la Casa Blanca advirtiera al Gobierno de Al Assad con tomar "pasos adicionales" si no detiene la violencia contra los manifestantes, el dictador ha sacado los tanques a la calle para asediar los barrios suníes de la ciudad de Banias, controlados por los manifestantes desde el pasado 10 de abril. Ante este panorama, la organización Human Rights Watch ha pedido a la ONU que rechace la candidatura de Siria para el Consejo de Derechos Humanos.

Sin posibilidad de comunicarse con el exterior, con los barcos de la Marina apuntando desde la costa y los tanques del ejército desfilando por las calles. Con este panorama se han despertado en la madrugada de este sábado los vecinos de los barrios suníes de la ciudad de Banias, que han visto como en unas horas, el ejército de Al Assad sitiaba una zona controlada, desde el pasado 10 de abril, por los opositores al régimen.

Por el momento, según ha relatado un defensor de los Derechos Humanos, el ejército habría acabado con la vida de tres mujeres que se manifestaban contra el régimen del presidente Bashar Al Assad a lo largo de la principal carretera de la costa entre Banias y la ciudad de Marqab.

Con la muerte de estas mujeres, asociaciones sirias pro Derechos Humanos elevan a más de 800 el número de personas asesinadas a manos de las fuerzas de seguridad desde que, hace unas siete semanas, la oposición se echara a la calle para protestar contra el dictador. Una información de la que no hablan en la agencia de noticias oficial siria, SANA, que este sábado se ha ceñido a publicar una lista de once policías y militares sirios muertos a manos de "grupos extremistas" en la ciudad de Homs.

Según la misma fuente, los militares entraron en la ciudad costera desde tres direcciones distintas, penetrando en los barrios habitados por suníes pero no en los de la mayoría alauí, confesión que profesan tanto el presidente Al Assad, como altos cargos del Ejército y del aparato de seguridad del Estado.

La Casa Blanca ha afirmado que tanto Estados Unidos como sus aliados tomarán "pasos adicionales" contra el Gobierno sirio si no detiene la violencia contra los manifestantes.

Además, el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney ha afirmado que "Estados Unidos celebra la decisión de la UE de imponer sanciones a los responsables del régimen sirio culpables de abusos contra los Derechos Humanos en el país".

Menos contundente ha sido la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que ha señalado que, pese a la violencia de las fuerzas de seguridad sirias, que han provocado la condena unánime de los líderes internacionales, el Gobierno sirio está a tiempo de acometer reformas.

La candidatura de Siria para entrar en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas no es bien vista por la organización Human Rights Watch (HRW), que ha instado a la Asamblea General de la ONU a a que rechace las aspiraciones del país árabe por tratarse de "una afrenta para todas las personas que han sufrido la represión brutal" del Gobierno del presidente Bashar al Assad.

HRW ha recordado en un comunicado publicado este jueves por la noche que el Consejo de Derechos Humanos "condenó inequívocamente" el uso que hicieron las autoridades sirias de una violencia letal contra manifestantes pacíficos y pidió al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos que investigase las las violaciones de estos derechos que se cometieron el pasado 29 de abril.

Y es que, la Asamblea General de la ONU elegirá a nuevos miembros del Consejo de Derechos Humanos el próximo 20 de mayo. Según la resolución fundadora de este organismo, los Estados elegidos como miembros deben "mantener los más altos estándares" en lo que se refiere a los Derechos Humanos.

Hay cuatro candidatos para ocupar los cuatro asientos desocupados reservados para el grupo asiático de los países miembros de Naciones Unidas: Siria, India, Indonesia y Filipinas. El grupo asiático dio su apoyo a estos candidatos el 21 de enero, antes de que comenzasen las manifestaciones gubernamentales en Siria y las fuerzas de seguridad respondieran con violencia.

HRW ha destacado que una gran cantidad de organizaciones de Derechos Humanos de Oriente Próximo, Asia y otras partes del mundo han expresado su oposición a la candidatura de Siria. "Han pedido a los estados que digan 'no' a Siria", ha afirmado Hicks, que se ha preguntado "por qué el grupo asiático sigue respaldando a Siria y cerrando la puerta a otros candidatos".